El temporal causó daños en un puente medieval en Ribadavia y arrancó dos tejados en Verín
nnn Los efectivos de Protección Civil continuaban ayer retirando árboles que fueron derribados por el temporal durante la pasada madrugada. Mientras, los distintos grupos de gobierno hacían balance de los daños. "Tenemos aún postes de tendidos derribados. El agua también arrancó parte del firme en una carretera", aseguró el alcalde de Carballeda de Avia, Luis Milia.
En Ribadavia, el caudal del río Maquiáns causó desperfectos en la estructura del puente medieval de A Veronza. Los trabajadores del GES continuaban en la tarde de ayer retirando árboles y acondicionando zonas inundadas e incluso ayudando a vecinos a reparar tejados. "El viento levantó tejas y arrancó farolas y estamos subsanando los desperfectos", aseguró uno de los efectivos, Julio Puentes.
En este municipio permanece cerrada la carretera que une el polideportivo con la N-120 a causa de la caída de un poste. El temporal dejó a 1.138 ourensanos sin suministro eléctrico. Las brigadas de Gas Natural restablecieron ayer el suministro excepto a los vecinos de Fermosa, que continuaban en la noche de ayer sin luz.
El viento también arrancó dos tejados en Verín, un portal del alumbrado navideño y el muro de un parking.
Rotura de cristales en un taller de Xinzo y caída de piedras y tierra
Protección Civil de Xinzo retiró farolas y luces navideñas que fueron derribadas por el viento del temporal, que en la villa antelana también rompió la cristalera de un taller de tractores.
En A Limia, se registraron caídas de árboles en Soutelo, Fontemoura, A Forxa y San Mamede (Porqueira).
Los GES de Lobios y de Muíños retiraron árboles de la carretera OU-540 (Ourense-frontera lusa) y en las locales que enlazan Lobosandaus y Corvelle (Bande), además de en la OU-1202 (Muíños). El viento levantó varias chapas de la cubierta del pabellón de Muíños y de una granja en Vilameá (Lobios).
Rocas
Los efectivos de Protección Civil de Carballeda de Avia estaban ayer pendientes de dos rocas de gran tamaño que llevan años sin ofrecer ningún peligro para la población en la ladera de un monte. Los voluntarios temen que se desprendan y rueden por el terreno pudiendo impactar contra una vivienda o alcanzar a una persona. "Las rocas estaban firmes, pero un incendio y ahora la erosión del terreno las dejó prácticamente sin sujeción al suelo", apuntó el alcalde Luis Milia.
También se registraron desprendimientos en la OU-536, en Carballeda de Valdeorras y en la A-52, en San Cibrao. n
