Jesús Vázquez subraya tras la encuesta que los vecinos "aprueban un trabajo riguroso", mientras las fuerzas de izquierda ven factible un cambio
Los resultados de la encuesta elaborada por Infortécnica para La Región, que refuerzan al PP como fuerza más votada en el Concello de Ourense, aunque todavía lejos de la mayoría absoluta; fragmentan todavía más la corporación, con el regreso del BNG; y constatan que la oposición no ha sabido explotar el gobierno en minoría no han pasado desapercibidos para los líderes políticos de las diferentes formaciones a menos de dos años para la celebración de las elecciones municipales, con visiones muy contrapuestas sobre el estudio, aunque coinciden en que es una muestra útil para trabajar con vistas a la batalla en las urnas.
Para el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, sumar un concejal y crecer más de un 11% en intención de voto refleja el refrendo de la ciudadanía al trabajo que los populares han realizado desde su desembarco en el poder en junio de 2015, aunque es consciente de que los resultados obligan a continuar potenciando el diálogo entre los grupos.
"El mensaje de 2015 se repite, el diálogo debe ser la base sobre la que se sustente la gestión del Concello, pero la encuesta refleja una tendencia clara, que los vecinos aprueban la gestión seria, rigurosa y honesta, suspendiendo a una oposición centrada en el espectáculo, crispación y ataque permanente", reflexiona Vázquez, que promete "intensificar" la línea trazada hasta ahora.
Con estos datos, el PSOE, ahora tercera fuerza, se situaría como líder de la oposición pese a no ser capaz de aumentar sus seis escaños, aprovechando la caída de Democracia Ourensana. El portavoz socialista, José Ángel Vázquez Barquero, reconoce que su formación tiene mucho trabajo por delante, convencido de que el cambio de la mano de las fuerzas de izquierda es posible.
"La principal conclusión es que el trabajo de oposición no está llegando a la ciudadanía. Tenemos que tomar nota y mejorar, estas encuestas son siempre un buen instrumento para ello", indica Barquero, que mantiene que el actual gobierno, al que los ourensanos aprueban mientras suspenden a la oposición, "es el peor de los últimos 40 años".
El principal revés en el sondeo lo recibe la formación "sorpresa" de las últimas elecciones locales. DO se dejaría por el camino tres de los ocho concejales de los que disfruta en la actualidad, algo que para su líder, Gonzalo Pérez Jácome, no concuerda con la realidad que percibe.
"Me parece que es una noticia excelente para nosotros. En las encuestas de las últimas elecciones nos daban tres y sacamos ocho, con lo que ahora estaremos rozando la mayoría absoluta, a los hechos me remito. El PP está para bajar", afirma Jácome.
Por su parte, Ourense en Común consolida su posición y aspira a arañar un concejal más a los tres con los que cuenta ahora. Su portavoz, Martiño Xosé Vázquez Mato, "moi prudente coas enquisas porque as únicas que teñen valor son as das urnas", entiende que alcanzar una mayoría sólida solo está al alcance de los partidos de izquierda.
"Seguiremos igual, traballando en positivo. Queda en evidencia que o entendemento para asentar unha ampla maioría só pode chegar dos partidos de progreso", incide Vázquez Mato, que entiende que el bipartidismo "non vai volver porque estamos ante unha sociedade tremendamente diversa". Cuestiona también el aprobado a la gestión de un gobierno "que o único que vende é imaxe".
La principal novedad, no obstante, es el regreso del BNG al Concello, tras quedarse sin representación en 2015. Entrarían, según el estudio de Infortécnica, con dos ediles. El responsable de la agrupación local de la formación, Luis Seara, aunque asume que las encuestas "non son dogma de fe", entiende que "si apuntan tendencias".
"Isto amosa que o BNG está na dirección correcta, hai desexos da veciñanza de que volvamos á institución. É un aval ó noso traballo", señala Seara, que reflexiona sobre la mejoría del PP y la incapacidad del resto de grupos de hacer valer su mayoría en el pleno: "Hai insatisfacción coa oposición, nós xa fixemos autocrítica tras pagar un precio elevadísimo e agora son eles os que a deben facer".
