El coste del litro ya es similar al registrado hace cuatro años y los transportistas no descartan "conflictos" en verano si se mantiene la escalada
La escalada de los precios de los combustibles ya no solo encarece los costes de mantenimiento del vehículo, sino que recorta o amenaza la rentabilidad de las empresas y autónomos por el encarecimiento de los transportes. Si este incremento se percibe en toda España, es más evidente en Galicia y en Ourense particularmente, lugares en los que se pagan los carburantes más caros de España. El Ministerio de Industria informaba ayer que el precio del gasóleo A —mayoritario en el parque automovilístico ourensano— oscilaba entre 1,15 y 1,32 euros en los surtidores de la provincia. En el caso de la gasolina de 95 octanos, el precio se mueve entre 1,24 y 1,39. En ambos casos, la toma de datos se ha efectuado mayoritariamente entre los días 21 y 22 de este mes.
Esto supone que el precio de carburante se sitúa prácticamente al nivel de la primavera y el verano del 2014. Es decir, la subida lleva camino de récord. Por ejemplo, en mayo de hace cuatro años al público se vendía el gasóleo en Ourense a 1,37 euros el litro y la gasolina a 1,44. Y lo que es peor, ningún observatorio se aventura a predecir una contención en los precios. Desde mediados de marzo, cuando los carburantes se encontraban instalados en mínimos anuales, el precio de la gasolina se ha encarecido un 6,7%, mientras que el gasóleo ha repuntado casi un 7%, según el Boletín Petrolero de la Unión Europea.
El precio del barril de petróleo Brent, de referencia para Europa, subía ayer hasta los 80,30 dólares, con lo cual no se atisba síntoma de bajada en los derivados. Aún así, el Gobierno cree que no hay margen para la preocupación. En días pasados el ministro de Energía, Álvaro Nadal, reconoció que el encarecimiento no le viene bien a España, aunque ha subrayado que la economía española es capaz de soportar esta subida del precio de la energía "en mejores condiciones que hace años". Nadal ha incidido en que la economía energética "es mucho menos dependiente del petróleo" que antes, ya que absorbe mejor este tipo de subidas gracias a que es más flexible y competitiva que antaño.
Sin embargo, la lectura que se hace a pie de calle es otra. Las familias deberán destinar más recursos a carburantes, hoy llenar un tanque puede costar entre cuatro y cinco euros más que hace dos meses.
Conflicto
En las empresas el mensaje no es alentador. Al contrario. Alberto Vila, gerente de la Asociación de Transportes de Mercancías por Carretera de Galicia apuntó ayer que "empeza a haber moita preocupación nos transportistas" por la escalada de precios. Es más, aventura que en agosto pueda haber "precios de récord" con lo que no descarta "conflictos". Y es que los transportistas pactaron las tarifas a principio de año calculando unos precios medios de combustible "pero a subida está sendo moi importante". Es decir, "á metade de ano é moi complicado repercutir os prezos no cliente, polo tanto afóganse os marxes". Según el líder de la asociación, los carburantes suponen ya entre un 35% y un 40% del coste total de mantenimiento de un camión.
Según la Corporación de Reservas de Productos Petrolíferas, en Ourense se consumieron el pasado año 25.812 toneladas de gasolina de 95 octanos y 167.964 de gasóleo de automoción. En este último caso, durante parte del año 2017 el precio de venta al público rondó el euro el litro. En la actualidad es inviable creer que ese precio vaya a volver a corto plazo.
Los taxistas estudian subir las tarifas
La subida generalizada de los combustibles ha pillado también con el paso cambiado a los taxistas. Francisco Javier Álvarez, presidente de un colectivo que en la provincia reúne a más de cien profesionales, adelantó ayer que en una asamblea prevista para junio "podemos plantexar unha subida, aínda que sexa o 0,5% ou o 1%, porque os custes do combustible non paran de subir". Indica que "o día que temos que encher o tanque non gañamos nada". Este sistema de transporte público, que ya soporta la competencia de plataformas como Uber o Cabify, ve ahora una nueva amenaza para la rentabilidad del sector. Francisco Javier Álvarez detalla que además otros costes siguen al alza, "como é o caso dos seguros, que xa chegan a unha media de mil euros anuais".
