El auto exime de responsabilidad a seis miembros de la familia, que habían sido imputados por un delito de tentativa de homicidio o asesinato
El caso del bebé de 10 meses que ingresó el 20 de marzo del pasado año en estado grave, con un cuadro compatible con el maltrato físico, afronta su recta final tras el auto de procesamiento dictado por el juez instructor el martes y notificado ayer a las partes. La madre del pequeño, Alba P.C. (24 años) y su novio, Víctor G.F. (con el que llevaba ocho meses conviviendo), aparecen como inculpados en un presunto delito de tentativa de homicidio o asesinato, o subsidiariamente lesiones graves, por lo que las diligencias previas instruidas hasta la fecha se transforman en sumario (el procedimiento judicial que se sigue en los delitos más graves). De hecho, será la Audiencia provincial la que juzgue el caso porque la pena prevista para el delito más grave de los imputados abarca una horquilla de los 15 a 20 años de prisión (la pena correspondiente al delito de asesinato).
Fracturas por todo el cuerpo
El juez de Instrucción 1, Leonardo Álvarez, hace valer el informe médico del pequeño relativo a su ingreso en el que aparecen lesiones de entidad tales como una hemorragia intercraneal, contusiones varias así como fracturas múltiples en la costillas y sus extremidades en diferente estado de evolución, además de una infección respiratoria y una laringitis. Patología clínica que fue calificada por los facultativos como un "episodio aparentemente letal".
Entre los indicios que pesan en contra de los procesados figuran no sólo los informes médico y forense sino también las declaraciones testificales realizadas en el juzgado por parte de los distintos profesionales médicos que ponen de manifiesto, tal como asegura el magistrado,"como las lesiones sufridas por el menor sólo pueden ser consecuencia de actos violentos".
Asimismo, tiene en cuenta las declaraciones de la madre y su novio al manifestar que el menor se encontraba fundamentalmente bajo su cuidado "sin que nadie pudiese haber sido responsable de las lesiones que presentaba". Pero al instructor tampoco le convencen las justificaciones dadas por los imputados cuando declararon en sede judicial a la hora de tratar de explicar por qué el bebé fue ingresado de urgencia en marzo del pasado año. Y llama la atención sobre la extrañeza de la versión de Víctor G.F. "cuando afirma que llevó al niño a urgencias porque se le iba". Sin embargo, dice el juez, "en vez de llevar al niño directamente al servicio de Urgencias, todavía dio un rodeo para recoger a la madre".
En la misma resolución judicial se acuerda el sobreseimiento provisional de la causa con respecto a los otros seis denunciados: los abuelos maternos del bebé, una bisabuela, un tío materno y los padres de Víctor G.F. El juez había citado como imputados a todas aquellas personas que estuvieron con el niño en los últimos meses, aunque en algún caso los implicados apenas habían visto al bebé en un par de ocasiones.
Asegura el juez que no existe ningún indicio que puede llevar a pensar que los familiares hubieran tenido alguna intervención en las lesiones que casi, recuerda, "desembocan en la muerte del menor". En este sentido, cobra especial entidad a la hora de acordar el sobreseimiento que tanto la madre del pequeño como su pareja sentimental reconociesen que "únicamente ellos tenían contacto con el niño y que el resto de parientes sólo tenían un contacto esporádico".
