ANIMALES

Progape, amor por los animales

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photo_camera Las familias acudieron al campo de "O Carqueixal" con sus perros para ver el partido entre el CD Seixalbo y el Allariz B.

El Club Deportivo Seixalbo homenajeó a Progape, la protectora de gatos y perros de Ourense en donde se recuperó Balú, el setter inglés golpeado en el cráneo y arrojado a un contenedor en septiembre de 2015

El campo de "O Carqueixal", en Seixalbo, se convirtió ayer en un punto de encuentro entre aficionados al fútbol y dueños de mascotas. Una jornada en la que Balú, el perro golpeado con un cincel y arrojado a un contenedor de la basura en septiembre de 2015, acaparó todas las miradas.

El setter inglés protagonizó el saque de honor del partido disputado entre el CD Seixalbo -Allariz B, junto con María del Campo, presidente de Progape, la protectora de gatos y perros de Ourense que cuidó de él hasta su adopción por Maxi Cid, el coordinador del servicio de noche en la Policía Local de Ourense cuando el can fue agredido. "Es un perro muy especial. Forma parte de la historia de Progape. Al principio, todo el mundo quería una casa para él y ser su dueño. No queremos que se olvide", destacó la presidenta de la protectora.

El Club Deportivo Seixalbo quiso homenajear la labor solidaria de la entidad durante estos 16 años haciéndole entrega de una placa conmemorativa. Las familias también quisieron apoyar el trabajo del colectivo, depositando pienso y periódicos usados en un carro instalado en la entrada del campo de fútbol "O Carqueixal"

Asustado por el sonido del tambor y el murmullo de la gente durante el partido, a Balú se le iluminaban las pupilas cuando veía cerca a su actual dueño, Maxi Cid, con el que volvió a recuperar la confianza en el ser humano. Un perro cariñoso y tranquilo, no se le escuchó ladrar durante el partido, que convive a diario con las secuelas del maltrato que sufrió. "El perro se quedó con una epilepsia de por vida, por lo que está a tratamiento con pastillas. En las épocas de calor, tuvo bastantes achaques y, por la mañana, al hacer frío, le cuesta más. No deja de ser un perro normal con una pequeña limitación", puntualizó Del Campo. Como consecuencia de los golpes que recibió con un cincel en su cráneo, su sistema nervioso central está dañado, provocándole descoordinación.

Perros en adopción

Balú pronto fue adoptado pero en las instalaciones de Progape, situadas en la carretera de Eiroás, residen 400 perros. "Lo bueno es que hay unas 500 adopciones de perros y gatos al año, pero hay otros tanto que entran", apuntó Del Campo. La situación se complica cuando reciben una llamada de un abandono de un perro en ayuntamientos con los que no tienen convenio. "El último caso fue este sábado en San Cibrao, que tiene convenio con las perreras de la Diputación, en donde es muy complicado encontrar el lazero durante los fines de semana. Nos hacemos cargo pero voluntariamente. El Concello de Ourense no tiene porqué hacerlo", explicó.

La jornada de ayer sirvió también para generar conciencia sobre la tenencia de animales. "Un perro puede vivir entre 10 y 15 años, y hay que pensar que en este tiempo te pueden pasar muchas cosas, desde una separación hasta un cambio de domicilio. Hay que pensar que un perro va estar mucho tiempo contigo", matizó del Campo. En cuanto al sufrimiento de los animales al ser abandonados, la presidenta de Progape destacó que "es tremendamente terrible lo que un animal puede sentir", lamentó. 

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