La actriz y dramaturga llega este sábado al Teatro Principal con la obra "Un tercer lugar"
Se levanta el telón y sobre el escenario aparecen seis personajes singulares, únicos, que hacen esfuerzos por conocerse a sí mismos y por conseguir conectar con otros. Es "Un tercer lugar", la obra de la dramaturga y actriz Denise Despeyroux que llega al Teatro Principal mañana a las 20,00 horas. En esta gira, Despeyroux interpreta a Matilda, en sustitución de la actriz original.
¿Dónde está ese “tercer lugar"?
El título de la obra proviene de una cita de Peter Hadke en su libro "Ensayo sobre el cansancio". En ella, Hadke reflexiona sobre este espacio, en el que los amantes deben estar antes de vivir un encuentro de ensueño. Es un lugar solitario, extraño, ajeno, incluso hostil, que supone un peligro, y que deben superar.
¿Están ahí los personajes?
Sí. Tratan de encontrarse, de comunicarse con los demás y de encontrar al otro. Son personajes muy singulares, muy únicos, cuya forma de ser los aleja de los demás.
Alguna vez se refirió a ellos como "neuróticos".
Es algo que en un momento dado me pareció apropiado, pero bueno, son bastante normales. Es decir, obviamente tienen rasgos peculiares que llevo al extremo, pero sin hacer parodia de ellos en ningún momento.
¿El público puede identificarse con ellos?
Sí, en cierto sentido sí. Claro que tienen algo de fantasioso y tienen muchos detalles disparatados, pero están defendidos por los actores con mucha naturalidad. Son personajes muy frágiles, con la emocionalidad a flor de piel.
¿Tiene más de comedia o de drama?
Es una comedia, pero tiene una buena dosis de tragedia. Creo que los géneros tradicionales se nos quedan obsoletos, necesitamos palabras nuevas. Es una comedia melancólica, vamos, que pasa de la risa al llanto en un momento.
¿Cómo ha sido la respuesta del público por el momento?
La verdad es que está siendo excelente. Teníamos un poco de miedo al salir de Madrid, porque nos enfrentábamos a otro tipo de público, pero me ha sorprendido para bien la respuesta.
¿Se ríen?
Sí, y eso que el humor no es tan fácil a primera vista, hay mucha ironía y muchas referencias. Pero también he escuchado sollozos entre el público. La última vez, hace poco, y me dio un pequeño blanco porque me quedé atónita en medio de la actuación al oír a una chica llorar.
Muchas emociones.
Sí, es una obra muy emocional. Podría decirse que es un viaje por los vínculos de los personajes.n
