Derribó varios árboles y provocó la caída de tejas en la ciudad
El paso de una borrasca sobre Galicia dejó un episodio de vientos intensos y lluvias persistentes en toda la provincia de Ourense, que estuvo a lo largo del día en alerta amarilla. Precisamente, la ráfaga de viento máxima se registró en Carballeda de Valdeorras y alcanzó los 133 kilómetros por hora, aunque en muchos otros puntos se superaron los 100.
El vendaval dejó árboles caídos en la ciudad, cascotes y tejas desprendidos de las fachadas que movilizaron a los bomberos y Policía Local durante toda la tarde. Los bomberos tuvieron 12 salidas relacionadas con el temporal. Así, retiraron árboles caídos en Castro de Beiro, la pista Roja, Bispo Cesáreo o asegurar ventanales, uralitas o lonas en Progreso, avenida de Portugal, O Viso, avenida de Portugal o Curros Enríquez.
En el resto de la provincia, efectivos de los grupos de emergencia municipal (GES) de Lobios y Muíños tuvieron que atender varias salidas para retirar algún tronco en los viales de Porqueirós (Muíños), en Lobeira y la subida a Entrimo.
En Allariz, efectivos de Protección Civil se tuvieron que afanar para retirar varios árboles de las carreteras de acceso a Folgoso, Casanovas y Frieira, donde un puno cortó dos de los tres carriles de la N-525 en las inmediaciones del cruce de Santa Mariña de Augas Santas. En A Rúa, un chopo cayó en el paso de O Aguillón.
Las lluvias, que ayer alcanzaron los 50 litros por metros cuadrado en Vilariñode Conso (hasta las 19,30 horas), seguirán durante las primeras horas del día. Asismismo, las temperaturas mínimas y máximas descenderán.
