Los treinta miembros pasaron seis horas aislados en una sala del aeropuerto de Moscú
No imaginaron los miembros de la Real Banda de Gaitas de la Diputación que el viaje que comenzaron con tantas ganas rumbo a Rusia iba a terminar como si hubiese sido escrito por un guionista cinematográfico. Después de haber obtenido una excelente respuesta por parte de los rusos en sus actuaciones, al sonido de las gaitas y del folclore gallego , llegó el desagradable momento de descubrir que "aunque estén tan cerca de Europa aún están muy lejos de Europa", según señalaba un cansado Xosé Lois Foxo, director de la Banda, tras haber pasado junto a la treintena de personas que lo acompañaban en el viaje una larga noche en el aeropuerto DME, de Moscú, retenidos por tener un visado caducado.
Un error de la agencia de viajes hizo que el visado expirara un día antes del regreso a España. Así que las autoridades rusas les retuvieron en una sala durante seis horas, sin comida ni bebida, y con escasas explicaciones. Después pudieron volver a la zona pública del aeropuerto, donde permanecieron todo el día de ayer al haber perdido el vuelo. "Nos hablaron hasta de un crimen por no tener visado. Nos dijeron que tenían que aplicar la ley y así tuvimos que pagar las multas correspondientes y los visados nuevos", explica Foxo.
Alfabeto cirílico
"Todo ha sido muy complicado -afirmaba ayer Xosé Lois Foxo-, este es otro mundo. Todo fue muy lento, ya que teníamos que escribir los nombres en el alfabeto cirílico ruso, y no sabemos. No hablaban inglés y los que sí sabían se negaban a comunicarse en ese idioma con nosotros. Y nosotros no hablamos ruso. No había manera de saber lo que teníamos que hacer. La agencia nos puso finalmente un guía ruso".
Así las cosas, los miembros de la Real Banda esperaban ayer que no surgieran nuevas complicaciones y poder coger el avión hacia España la pasada madrugada para olvidarse del cansancio y del gran susto que vivieron.
