La fiscal le bajó la pena porque ya indemnizó a los jugadores afectados
El monfortino Juan Alberto A.M. reconoció ayer, algo que no había hecho a lo largo de la instrucción, la autoría de una serie de hurtos en los vestuarios de distintos campos de fútbol de la provincia a lo largo de 2015 aprovechando que arbitraba partidos de veteranos y aceptó una sentencia de conformidad tras la rebaja aplicada por la fiscal al apreciarle una atenuante cualificada de reparación del daño. Así, el inculpado, que es guardia civil, abonó 1.795 euros a los perjudicados, todos ellos jugadores, en concepto de responsabilidad civil.
La jueza del Penal 1 le impuso nueve meses de cárcel que serán sustituidos por 18 meses multa, con una cuota de cuatro euros al día (2.160 euros) a petición de la defensa sin la oposición de la acusación pública. El primer hurto que se le imputa se cometió antes de la entrada en vigor de la reforma del Código Penal de 2015 y permite sustituir la prisión por el pago de una multa. En un primer momento, el ministerio público solicitó 18 meses de prisión con la agravante de abuso de confianza, pero la atenuante permitió rebajar un grado.
El fallo judicial no le acarrea ningún tipo de inhabilitación para ejercer de árbitro en partidos de veteranos ya que el fallo judicial no se pronuncia sobre este particular.
Los hechos que sentaron en el banquillo a José Alberto A.M. ocurrieron en los meses de mayo, septiembre, octubre y noviembre de hace tres años.
El modus operandi del acusado era muy similar en los nueve hurtos imputados: aprovechaba los descansos de lo encuentros para entrar en los vestuarios y apropiarse de las carteras de los jugadores o el dinero que había en los bolsillos de los pantalones. En alguna de estas sustracciones obtuvo cantidades importantes tal como ocurrió el 3 de octubre de 2015 en el campo de San Cibrao das Viñas, en donde se apoderó de una cartera con 580 euros.
Los nueve hurtos se perpetraron en los terreno de juego de Cea, Cartelle, Sarreaus, A Peroxa, San Cibrao das Viñas, A Peroxa, Xinzo y el campo Miraflores (Pereiro de Aguiar) y Outeiro Maior (Vilamarín).
El caso se judicializó en noviembre de 2015 tras un incidente en el campo de Outeiro Maior, en Vilamarín. En el partido Boicar Auto-Atlético A Peroxa, uno de los equipos denunció que faltaban 95 euros del vestuario.
