El conocido como Palao ocupa un área recreativa de 12.000 metros cuadrados y vio la luz en el año 2000
Muy pronto el Palao de la localidad de Velle (un millar de vecinos) tendrá otra cara. El Palao es como se conoce coloquialmente en el pueblo al Centro de Interpretación de Xogos Populares.
Fue un parto difícil, allá por el año 2000, casi 250.000 euros de presupuesto. Pero todo lo que podía salir mal salió mal. Un mantenimiento deficiente y un sinfín de actos vandálicos lo dejaron abocado al abandono. Años después, el Concello parece decidido a dejarlo reluciente, de tal forma que en los próximos días arrancarán las obras de reforma. Un área recreativa de 12.000 metros cuadrados que vivió su cénit gracias a los fondos europeos.
Con la llegada de la nueva directiva a la asociación de vecinos, el Palao empezó a levantar la cabeza. El presidente, Francisco Sotelo, recuerda que "cuando llegamos lo pusimos en valor, cambiamos los vestuarios, pusimos una barbacoa, un cierre perimetral. También cortamos la hierba más a menudo. La zona pasó de ser medio monte a área para el disfrute de los vecinos".
La recuperación del Palao es inminente, las actuaciones arrancarán en los próximos días. En concreto, "se terminará el cierre perimetral (falta un pequeño tramo) que impedirá que los jabalíes sigan campando a sus anchas; se evitarán las bolsas de agua cuando llueve y se construirá un merendero junto a la barbacoa, cerrado y con tejado, más cómodo", detalla Sotelo.
El SANEAMIENTO
Con todo, la obra más ambiciosa, presupuestada en tres millones de euros, está todavía pendiente. Es el saneamiento. "No tiene mucho sentido que en pleno siglo XXI un pueblo de casi un millar de vecinos siga vertiendo el agua sin depurar al río Miño. Los trámites están hechos y todo va por su cauce. Es una obra muy necesaria no ya sólo por el aspecto medioambiental, sobre todo por salud. Nadie está hablando aquí de algo estético. Es muy necesario que se revisen las canalizaciones. Cuando la obra esté terminada, el agua de Velle irá hasta A Lonia y de ahí a Reza. Es una obra de envergadura en la que también interviene la Confederación Hidrográfica Miño-Sil", resume el presidente del colectivo vecinal.
El “campo da festa”, el centro neurálgico, será humanizado
La reforma del "campo da festa", que abarca cerca de 3.000 metros cuadrados, está en el horno: un proyecto en fase de redacción que se irá a los 200.000 euros de inversión.
Francisco Sotelo, el presidente de la asociación de vecinos Santa Marta de Velle, relata que "el "campo da fiesta" es el centro neurálgico del pueblo, allí se celebran las fiestas patronales (el pasado mes de julio). Se van a hacer bastantes cosas, se va a cambiar la explanada de asfalto por materiales como piedra o cemento semipulido, con lo que se humanizará notablemente; se van a hacer canalizaciones nuevas para el agua, para el gas, se va a meter la fibra... También, el alumbrado y el mobiliario. El proyecto está redactado en un 95 por ciento y la obra tiene muy buena pinta".
Un poco más lejos en el tiempo, pero no demasiado, para el año que viene está prevista una actuación en la zona de Regoufe, una de las más habitadas del pueblo. La plaza central, amplia, "tiene el suelo muy deteriorado. Lo van a arreglar, en el 2018, esa al menos es la previsión", detalla Sotelo.
"Velle tiene sus problemas porque es un pueblo extenso, si fuese pequeño se arreglan tres o cuatro cosas y listo. Va desde la gasolinera hasta San Mamede, dos kilómetros y pico; y desde la iglesia hasta el campo de fútbol, otro kilómetro y medio. Es un pueblo muy disperso, con muchos caminos, con mucha pista, con mucho lugar en el que emplear el dinero", remarca el presidente de los vecinos, que accedió al cargo hace ahora tres años. "Seremos alrededor de 450 vecinos en la asociación" remacha (el pueblo se acerca al millar).
