en ourense

"Las religiosas esperamos la canonización con mucho gozo"

"Soy del pueblo y para el pueblo" es una de las frases que pronunció en vida el nuevo santo, que ascenderá el domingo a un pedestal

En la fachada del colegio Santo Ángel, situado en O Couto, cuelga un gran cartel desde hace tiempo: "Canonización de Faustino Míguez, 15 de octubre de 2017", se lee. 

El centro ourensano forma parte de la Familia Calasancia, un legado que Faustino Míguez dejó en cuatro continentes. Las calasancias cuentan con unos 18.000 alumnos en 31 colegios, además de 11 residencias, casas de formación y casas hogar. España, Colombia, Ecuador, Nicaragua, Chile, Uruguay, Argentina, Camerún, Guinea Ecuatorial e India se encomiendan a diario a un sacerdote que nació en 1831 en la aldea de Xamirás, en Celanova. 

La actual superiora general de la congregación, Madre Sacramento Calderón Rodríguez de Guzmán, no oculta la alegría de toda la comunidad ante la canonización de este domingo: "Estamos muy contentas. Es un gran regalo que el señor hace a la Iglesia, también para Ourense. Muchas religiosas esperamos la jornada con gozo y alegría".

El padre Faustino fue pionero en impulsar la educación de las niñas. Su pedagogía, tierna, deja anécdotas como las que afirman que obsequiaba a los alumnos más estudiosos con aceitunas.  "Su mirada a la mujer y a la parte más pobre de la sociedad define a Faustino. Fue un hombre movido por el amor y que tuvo una vida dedicada a la educación de niños y jóvenes, y en especial, a la promoción de la mujer", recuerda la religiosa.

"Soy del pueblo y para el pueblo" es una de las frases que pronunció en vida el nuevo santo, que ascenderá el domingo a un pedestal. 

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