La Praza Maior de la ciudad se rindió a la última jornada del Pulpo Extreme, una tarde dedicada a la cultura urbana. Break dance y rap inundaron el escenario y animaron a mayores y a pequeños a disfrutar de ambas disciplinas.
La Praza Maior de la ciudad nunca había tenido tanto "flow". Desde las 16,00 horas, el escenario del Pulpo Extreme vibró y tembló con los movimientos de break dance de las cuarenta parejas de "big boys" que aterrizaron en la ciudad para competir en el festival. Alrededor de la pista de baile, una multitud disfrutaba de cada exhibición, móviles y ojos como platos. Entre las batallas coreográficas también hubo hueco para los más pequeños, que mostraron que la disciplina urbana no comprende de edades. Por su parte, el encargado de guiar la jornada no se cansó de animar al público a aplaudir las actuaciones y animar a los participantes: "Ruido, que no se oye, más ruido". Entre piruetas y acrobacias, los presentes disfrutaron del espectáculo y, aunque algunos tuvieron que preguntar al llegar de qué iba el show, todos se quedaron para comprobar la habilidad de los bailarines.
Finalmente, V.O. y Grazy, llegados desde Madrid, fueron la pareja ganadora de la competición.
La batalla de gallos, segunda actividad del día
Tras la competición de break dance, los raperos llegaron al escenario de la Praza Maior para demostrar sus habilidades compositivas en duelo. La batalla de gallos comenzó más tarde de lo previsto en un principio -iba a comenzar a las 19,30 horas y arrancó pasadas las nueve-, pero el público no faltó a la cita musical, enmarcada dentro de la OFL (Ourense Freestyle League). Los diez participantes desplegaron su capacidad de improvisación y rapidez verbal, mientras una base musical acompañaba sus frases. Entre los espectadores, mayores y pequeños, aficionados y curiosos, que no se quisieron perder la oportunidad de conocer un estilo musical que cada vez se hace un hueco mayor en la ciudad.
