SEQUÍA

El rural teme cortes de agua en enero si las precipitaciones no se regularizan

LOBIOS (OURENSE) 10/11/2017.- Cauce del río Limia a su paso por Lobios. José Paz
photo_camera Cauce del río Limia, a su paso por Lobios, la pasada semana.

Los alcaldes alertan de que los pequeños núcleos están al límite, mientras los que se abastecen de Miño y Sil aguantan

Los alcaldes del rural sobreviven a la fuerte sequía aunque alertan de que la situación puede ser dramática si la escasez de lluvia se prolonga un mes más. Apaños, nuevas captaciones, bombeos urgentes desde los ríos...Son algunas de las alternativas que están manejando en toda la provincia para asegurar el abastecimiento entre los vecinos.

Hace unas semanas, el presidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS), Francisco Marín, aseguraba que los próximos meses tendría que llover el doble de lo habitual. Sin embargo, los dos meses de otoño han empeorado las expectativas, con un 78% menos de lluvia que la media histórica en la provincia. Han caído 58,7 litros por metro cuadrado, un 76 % menos que lo habitual, que se sitúa en 247,8 l/m2.

La Oficina Técnica de la Sequía ha mantenido la alerta por sequía en toda la demarcación Miño-Sil, que permanece activa desde el 1 de octubre. Y es que, según Francisco Marín, estos dos meses han sido "todavía peores" en cuanto a precipitaciones. "Las necesidades de lluvia son de unos 600 litros hasta el mes de febrero para recuperar la normalidad", recuerda.

Pese a que la CHMS descarta nuevas medidas, y mantiene que los que bombean del Miño o el Sil "tienen abastecimiento asegurado", los que se surten de captaciones propias o manantiales están haciendo maniobras para subsistir. Los que beben del Miño muestran calma. "Mentres teña auga o Miño teremos normalidade", afirma Rafael Rodríguez, regidor de Amoeiro. En Pereiro, tampoco registran problemas "desde que fixeron o desembalse en Velle", señala Manuel Doval, teniente de alcalde.

Lo están pasando peor en zonas más alejadas de los grandes núcleos. Los alcaldes están preocupados por lo que puede pasar dentro de un mes. "Imos sobrevivindo. Se continúa así, imos ter problemas. De mananciais e fontes só saen fíos de auga, non sabemos que pode pasar", dice Mari Carmen Yáñez, alcaldesa de Lobios.

En A Gudiña, reconocen que hay problemas. "En vez da serra, agora levamos máis dun ano bombeando do río. Xa houbo algunha restrición puntual, pero estamos facendo o que podemos en todos os núcleos", dice José María Lago, el regidor. En Boborás, el concejal del área de aguas, Avelino Prado, dice que van "aguantando pouco a pouco", pero aventura que "se segue así, nun mes non saberemos que pode pasar". Afirma que entre "o 50 e o 60%" de manantiales y pozos ya se han secado.

En Castrelo de Miño viven la doble cara. Los que se abastecen del Miño no han tenido problemas, pero "nun par de zonas con captacións propias houbo cortes durante varias semanas; agora pararon porque baixou o consumo", explica el alcalde, Xurxo Rodríguez.

En Oímbra, "de momento non hai restricións, pero se a situación permanece, vai habelas. Non pinta nada ben", dice la alcaldesa, Ana Villarino. En Vilariño de Conso "temos metido traídas novas, as fontes secaron... Cun mes máis así, non sei se aguantarán", apunta la alcaldesa, Melisa Macía.

Más cerca de la ciudad, en Paderne y Vilamarín, aguantan los que bombean del Miño, mientras que los que tienen traída propia lo tienen peor. "Fixemos captacións que nunca teríamos pensado, de momento aguantan, pero o problema é que se segue así, veremos se aguanta nun mes", dice Amador Vázquez, alcalde de Vilamarín. "Reducimos a presión en varias aldeas e se segue a falta de chuvia, podería haber problemas", confirma José Manuel Fernández, regidor de Paderne de Allariz. 

La Xunta pide responsabilidad a los concellos

La Xunta anunció ayer que espera recibir información de los municipios sobre el nivel de compromiso de rebajar un 10% el consumo de agua ante la pertinaz sequía, un objetivo que el Concello de Ourense se marcó a principios de mes, con una serie de medidas de restricción que, según el concejal de Medio Ambiente, José Araújo, se mantienen "sen novidades". La conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, llamó a la "responsabilidade" a todos los concellos para que "colaboren" adoptando medidas para racionalizar. En caso de que no tomen medidas, Mato dijo que la Xunta "ten capacidade de actuar".

El caudal de los ríos sigue cayendo en picado; los embalses del Miño resisten

La situación en los ríos es dramática teniendo en cuenta la época del año que se atraviesa. A las puertas del invierno, gran parte de los caudales fluviales de la provincia están prácticamente secos. Ni el río Limia, ni el río Caldo, ni el Arenteiro o el Arnoia sobrepasan el metro cúbico por segundo de caudal. Una cifra que al contrastar con el caudal de esta mismas fechas hace unos años es definitiva. El Arenteiro solía tener 4m3/s, el Arnoia, 6,96; el Limia, 2,03; y el río Caldo, 3,38. Todos ellos arrastran un caudal inferior en un 90% al habitual de estas fechas y, lo peor, es que la tendencia se mantiene así desde principios de año, lo que agrava la situación. 

Están ligeramente mejor los ríos más caudalosos. Pero el río Miño a su paso por Ourense tienen un caudal inferior en un 81,6% a su promedio histórico. Más positivo es el  caudal circulantes del río Sil  por O Barco de Valdeorras, que es "solo" un 62,2% menor. La peor situación es la del río Limia. Seco en su totalidad a su paso por Xinzo y con solo 0,1 m3/s a su paso por el municipio de Bande y Lobios (como se ve en la imagen). 

En cuanto a los embalses, siguen cayendo. Si en el verano rondaban el 50% de capacidad, han ido perdiendo agua poco a poco. Esta semana se sitúan al 44,2% de su capacidad, siendo la media en esta fecha del 63,8%. Los que mejor cara presentan son los de Castrelo, Velle y Frieira, sobre el 80%. Los peores: Edrada/Mao y Salas, en el 20%. 

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