FORO LA REGIÓN

“Saber que hubo samuráis en Sevilla fue el decorado para iniciar la novela"

El escritor Fransciso Narla presentó su último libro, "Ronin", con el que dejó claro que busca "entender a los lectores". 

Como un profesor: de pie, frente a sus alumnos y ante el encerado. Así comenzó el escritor Francisco Narla la presentación de su última novela "Ronin", en el Centro Cultural Marcos Valcárcel, dentro del Foro La Región, tras haber sido presentado por el profesor ourensano Florencio Rodríguez.

"Me pongo de pie porque así me manejo mejor y eso me permite interactuar con ustedes", señaló el escritor. Y comenzó esa interacción con varias cuestiones: "Dígame una palabra con ñ. ¿Sabe cómo se llama eso que se pone sobre la n para que sea ñ? ¿Por qué el cielo es azul?". Y añadió: "Es curioso la cantidad de cosas que nos rodean y que creemos conocer pero que no conocemos".

Y desde esta premisa, Francisco Narla narró cómo llegó al origen de esta nueva novela, tras descubrir en Coria del Río una estatua dedicada a un samurai. Aseguró que tras la extrañeza inicial, comenzó a preguntar y a querer saber más. "Así que me entero que se trata de una expedición de japoneses que llegaron a España en la época de Felipe III, y que en el año 67 se descubrió en el cementerio de Coria una catana y un medallón de origen japonés del siglo XVII y que 30 de los miembros de la expedición se quedaron en España".

Tras señalar que "saber que hubo samurais en Sevilla, tenía un titular, un decorado, pero no una novela", añadió que "comencé a investigar y a documentarme".

Con una dinámica entretenida y amena, y constantes intercambios con los asistentes, Narla fue desentrañando las bases argumentales sobre las que se sustenta su novela: el mercado de especies, la peleas con Flandes, la corrupción del duque de Lerma, las luchas por el paso. Eso de este lado. Del lado japonés, la unificación del país por primera vez; el asedio a una fortificación para gloria del shogun (señor) que acabó con los últimos 11 supervivientes haciéndose el sapuku, (más conocido como harakiri, el suicidio de honor de los samurais). Todo eso unido a la ficción que incorpora el escritor, al hacer que haya un samurai que no muere, y un hidalgo gallego que, por amor, se ve envuelto finalmente en una traición, forman la novela Ronin.

Narla dejó claro que "no soy historiador, aunque me documento para ser riguroso, pero lo que busco es entretener a mis lectores. En la historia siempre aparecen varias versiones de los hechos, yo no las valoro sino que las utilizo para dar mi historia". Al acabar, firmó varios ejemplares de sus libros y aclaró: "Por cierto, lo que está encima de la ñ se llama virgulilla".

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