La joven, en cuya casa apareció el botín, alegó que un exnovio lo dejó allí para inculparla, y la jueza ve prueba directa de que ella cometiese el delito
Jennifer Martínez, de 25 años y vecina de Ourense; Felix Dos Santos, con el que ahora convive, y Francisco Pumar, amigo de ella, fueron absueltos por una juez de Ourense del delito de robo. La Fiscalía solicitaba para ellos penas de 2 años de prisión, una indemnización al Obispado de Ourense de 800 euros más el coste de los desperfectos causados por los actores del robo en la Iglesia de Idelfonso, en San Cibrao das Viñas, a finales de febrero de 2013.
En la sentencia, la magistrada reconoce que "lo único que ha quedado acreditado es que en la noche del día 27 o en la madrugada del 28 de febrero de 2013 se produjo un robo con fuerza en la iglesia (...) y que parte de los objetos sustraídos fueron recuperados en el trastero de la vivienda en la que por entonces residía la acusada". Y, añade, que no hay prueba directa ni dato objetivo alguno que "vincule a los tres acusados con el robo que le imputa el Ministerio Fiscal".
Durante la vista oral, la joven recordó que durante el registro de su vivienda, practicado el 14 de mayo de 2013, encontró diversos objetos que no eran suyos y afirmó su convicción de que alguien -un ex novio- los había puesto allí con ánimo de vengarse de una ruptura sentimental. La joven dijo que su ex novio pudo haber actuado por celos, pues en la época en la que sucedieron los hechos él quería retomar la relación.
Los acusados declararon además que el trastero no tenía puerta y era utilizado tanto por ella como por el casero.
En el fallo, la magistrada entiende "que los indicios existentes son insuficientes para destruir la presunción de inocencia, por lo que en virtud del principio 'in dubio pro reo' ha de absolverse a los acusados".
