La delegación de la provincia desplazada al Vaticano vivirá hoy la canonización de Míguez
La ciudad de Roma y más en concreto el Vaticano tuvo ayer sabor ourensano. La delegación que se desplazó desde la provincia, entre ellos el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández; el obispo de la Diócesis de Ourense, Leonardo Lemos, y el alcalde de Celanova, José Luis Ferro, se hizo notar entre los romanos, aprovechando la música de la Real Banda de Gaitas.
Hicieron una fiesta. Y la causa la merecía, dado que recorrieron miles d e kilómetros para no perderse la canonización de Faustino Míguez (Celanova, 24 de marzo de 1831- Madrid, 8 de marzo de 1925), sacerdote de la Orden de las Escuelas Pías, fundador del Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora, educador y botánico.
El religioso será venerado a partir de hoy en los altares. Su obra religiosa en la tierra y sus milagros desde el cielo ya están acreditados y rubricados por la Iglesia.
El papa Francisco lo declarará hoy santo y los ourensanos, más de un centenar, que estuvieron arropados, además, por el cardenal y ex obispo de Ourense, Carlos Osoro, y el capellán del Obispado en Lisboa, Juan Carlos Fernández Otero, iniciaron ayer la conmemoración en la plaza de San Pedro y por las calles de la capital de Italia. Incluso asistieron a una representación teatral protagonizada por varias religiosas y un sacerdote haciendo el papel de Faustino Míguez durante su actividad pastoral en el santuario de la Virgen de los Milagros. La representación incluyó una proyección de la fachada del templo del Monte Medo sobre el escenario.
Banda de Gaitas
Los músicos de la Real Banda de Gaitas interpretaron varias piezas, que atrajeron la atención tanto de los ciudadanos de Roma como de los cientos de turistas que visitaban a media tarde el Vaticano. El grupo musical arrancó numerosos aplausos en varias ocasiones, aunque el ruido se convirtió en silencio cuando entonaron las primeras notas de la muiñeira que dedicaron al papa Francisco con motivo de la canonización de Faustino Míguez. La pieza fue estrenada ayer tras varios meses de ensayo en Ourense. Los acordes volverán a sonar hoy tras el acto religioso.
Los músicos y delegación visitaron al caer la noche la embajada de España ante la Santa Sede, donde tuvieron un recepción. En las instalaciones salieron de nuevo a tocar al balcón para disfrute de los presentes y viandantes. n
