Su complicada dispersión territorial, así como la escasez de personal para sustituciones, complica las labores estivales
Con la llegada del verano, la Atención Primaria de la sanidad ourensana vive uno de los retos más complicados del año. La complicada estructura del área sanitaria, marcada por la gran dispersión territorial, combinada con el envejecimiento más grande de todo el país, elevan al máximo los esfuerzos que los profesionales han de hacer para mantener la asistencia al 100%, o casi.
"En 60 días, siempre puede quedar un día en el que no se llegue a todo, pero intentamos llegar a todos los sitios y prestar la mejor asistencia", señala Julio García Comesaña, gerente de la Estrutura Organizativa de Xestión Integrada (EOXI) de Ourense.
Dispersión elevada
Los número no dejan lugar a dudas y hablan bien a las claras de una distribución desigual de las infraestructuras sanitarias en Galicia para abarcar a todos los habitantes. Así, en el área sanitaria de Ourense hay un total de 122 centros de salud, Puntos de Atención Continuada y Zonas Especias de Garda.
Estas cifras suponen el 23% de todos los que hay en Galicia. Solo en centro de salud, en Ourense hay 106, una cifra superior a los 87 de Lugo, o las 60 de A Coruña, 45 de Vigo, 76 de Santiago, 44 de Pontevedra y 22 de Ferrol.
Centros con poco personal
Pero la realidad más patente, y con la que el mantenimiento del servicio en el verano se complica, se da con el bajo ratio de profesionales que hay por centro, debido en muchos casos a que el número de cartillas apenas sobrepasa el medio millar.
Así, de estos 106 centro de salud, 58, es decir, más de la mitad, cuentan con un único médico, indistintamente del número de pacientes adscritos o la actividad media.
Como ejemplo claro de las dificultades que esto representa en Ourense, en A Coruña solo hay 11 centros de estas características, de un total de 60. En el Servizo Galego de Saúde, y lo que dejan claro también los profesionales consultados , es que se sustituye siempre por vacaciones, bajas, ausencias,... Por ello, las tareas se complican.
326 médicos en Primaria
La nómina de médicos que trabajan en los centros de salud de la EOXI asciende a 255, a los que hay que sumar los 71 de los PAC. En total son 326 los profesionales que han de coger vacaciones a lo largo de dos meses, julio y agosto.
"Hay que hacer una buena planificación para repartir las vacaciones y que todo siga funcionando", explica García Comesaña. Hasta aquí, como haría cualquier empresa, con la salvedad de que aquí se complica la tarea de contratar: "No es fácil encontrar médicos sustitutos".
Y todo con más ingredientes en el asador, y es el elevado envejecimiento de las plantillas médicas en la provincia. Esta misma semana se publicaba el "Estudio sobre demografía médica", de la Organización Médica Colegial de España, el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y Cesm.
Envejecimiento de plantillas
Así, Ourense es la sexta provincia española con un mayor índice de envejecimiento entre su personal médico, lo que no augura un futuro fácil a corto plazo, y más teniendo en cuenta las dificultades que afirma tener el Sergas para poder reponer.
Con un total de 1.448 médicos activos a nivel global, según los datos del informe –contando más allá de la Atención Primaria pública–, la edad media de los profesionales se sitúa en 51,35 años, solo por detrás de Girona, Barcelona, Palencia, Soria y Huesca, y muy por encima de la media española, de 49,19 años.
Uno de los problemas de esa nómina de 1.448 médicos colegiados en Ourense es la movilidad geográfica de los profesionales, en la que la provincia sale perdiendo.
Exportadora de médicos
Así, los datos del reciente estudio de demografía médica demuestran que Ourense está muy lejos de ser un polo de atracción para este tipo de profesionales. De hecho, mientras que Melilla (38,7%) o Baleares (32,7%) tienen un saldo positivo alto respecto al número de colegiados, en Ourense hay un saldo neto negativo de -5,5%. Pierde 84 profesionales que se van a otras áreas sanitarias, una vez contabilizados los que llegan del exterior.
Con todos estos ingredientes, queda claro que el reto de continuar prestación atención sanitaria, y más en la época estival en la que estamos inmersos, se acerca prácticamente a un milagro.
