ENTREVISTA

“Sencillez y trabajo son nuestros pilares básicos”

GF
photo_camera Fernando Ampudia, ayer en las instalaciones del colegio.

Fernando Ampudia cumple el primer curso como director del colegio Maristas.  Antes de llegar al cargo fue durante muchos años profesor de Historia, también de Geografía

Fernando Ampudia cumple el primer curso como director del colegio Maristas. Antes de llegar al cargo fue durante muchos años profesor de Historia, también de Geografía. Las humanidades han sido su terrreno a lo largo de muchos años de docencia. Repasa lo que supone para Ourense tanto la fundación como el propio colegio.

Dos siglos de los Hermanos Maristas, qué barbaridad...
Muchos años de presencia en el mundo de los Hermanos Maristas. Muchos años impartiendo unos valores para muchas generaciones de estudiantes. 

Algunos menos del colegio en Ourense claro
El colegio en Ourense va ya por 58, el edificio tiene algunos más, 108. Antes de éste tuvo emplazamientos en edificios muy interesantes, en lo que hoy es el Gobierno Militar, en la calle del Paseo, a comienzos del siglo XX, o detrás de lo que en la actualidad es el Liceo, en la Plaza de Pontevedra. 

Maristas, ¿qué es lo primero que le viene a la cabeza?
Uf, un montón de cosas. Me viene sencillez y trabajo, son nuestros pilares básicos.Y me viene educación, pasión por la enseñanza. Me viene también familia, amistad, vida.

Maristas es una institución relegiosa, ¿prima esa educación?
No necesariamente, hoy día hay un importante número de laicos en el colegio, yo mismo lo soy, padre de familia. Se trata de integrar a todas las personas que comparten, que compartimos, este proyecto.
"Para educar hay que amar" decía Marcelino Champagnat, el fundador. Tiene usted una anécdota, ¿no?
Todo proyecto educativo nace de la experiencia. Champagnat vio un día en la escuela como un profesor le daba una bofetada a un niño. Le dolió tanto que se marchó, esa imagen le quedó grabada. Y no volvió hasta años después de ser ordenado sacerdote. De ahí viene que para educar hay que amar. La educación debe salir del corazón.

¿Siguen vigentes los principios?
Nos esforzamos mucho en que así sea, todo el personal docente ponemos mucho empeño en ello. Porque tenemos claro que las personas son más importantes que las asignaturas, los niños necesitan buenos guías.

¿Goza de buena salud el colegio?
Sí, de muy buena salud. Nosotros tenemos que respetar las necesidades de los niños del siglo XXI. El colegio se adapta a los cambios ofreciendo recursos para que los niños crezcan como personas honradas, formados en diferentes ámbitos del conocimiento. Pretendemos que aprendan a convivir, a respetarse, a ser tolerantes. Todo esto sin renunciar a los principios fundacionales de Maristas, y uno destacado es el esfuerzo. Les ponemos retos. No es algo fácil. Tenemos que adaptarnos a las nuevas metodologías, como todos. Estamos hablando del modelo i-apprendo, que unifica la manera de hacer, sitúa al alumno en el centro, promueve el trabajo en equipo y desarrolla las diversas competencias de cada niño.

Mas de un millar de alumnos...
Somos 1.150 en un colegio que como yo digo es para toda la vida. Porque entras con 3 años y sales con 18. Claro, la religión está muy presente, trabajamos la dimensión espiritual. Valoramos el silencio, la reflexión, la meditación, la conciencia. Y nos abrimos al mundo. El año que viene tendremos un bachillerato dual internacional, de manera que el alumno podrá tener una doble titulación, española y estadounidense. Con ello perfeccionarán el inglés siempre con tecnología online pero también su nivel de autonomía en el aprendizaje.

¿Cómo ve el director del colegio Maristas el sistema educativo español?
Cuando me hacen esta pregunta siempre establezco tres conceptos muy claros, tres conceptos fundamentales, consenso, estabilidad y profesionalidad del profesorado. El sistema educativo ha mejorado mucho, tanto en dotación de recursos como en formación del propio profesorado, tanto la escuela pública como la concertada. Es verdad que la incertidumbre actual, con muchos cambios de modelo, no favorece mucho porque la estabilidad es básica en el desarrollo de toda acción docente. Porque hace falta superar esta visión un poco enfrentada entre escuela concertada católica y pública, las dos pueden convivir perfectamente y responder a las necesidades. 

Me quería hablar de la sensibilidad social...
Porque para nosotros es una prioridad, la solidaridad se convierte en algo así como una fortaleza. 

Hay un acto pendiente...
El 6 de junio, una fiesta en honor de Marcelino Champagnat. Una ruta por aquellos lugares donde los Maristas tuvieron presencia. 

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