EN LA CIUDAD

De Senegal a expertos del Rianxo

OURENSE. 23.05.2017. PZ DE ABASTOS, REPORTAJE AFRICANOS. FOTO: MIGUEL ANGEL
photo_camera Baye Diagne, Samuel Pérez y Maju Diagne, en el puesto de plantas que atienden en el Rianxo.

Los hermanos senegaleses Maju y Baye Diagne son toda una referencia en el Rianxo de la Plaza de Abastos. Llevan más de 10 años atendiendo el puesto de plantas de Samuel Pérez, que los señala como sus herederos del negocio.

Dos hermanos senegaleses, Maju y Baye Diagne, se han convertido en los reyes del mundo de las plantas en el espacio de una década, el tiempo que llevan trabajando en el puesto del Rianxo de la Plaza de Abastos que desde hace bastante más regenta Samuel Pérez. Y eso que no dudan en reconocer que "cuando llegamos aquí no sabíamos nada de estas cosas", señala Maju Diagne.

Este joven africano de 39 años, de los que 12 lleva dedicados al mundo de las plantas, en su tierra natal el único trato que había tenido con el mundo hortícola era el referido "a los cacahuetes, y eso mi hermano Baye, porque en mi caso, en Senegal trabajaba como pescador".

Ahora, sin embargo, Maju se maneja como pez en el agua con las diversas calidades de semilla, los detalles que hay que cuidar para sacar el mejor partido a cada una y conseguir el fruto o verdura de mejor porte y los tiempos que cada especie necesita para ofrecer su mejor cara en la época de la cosecha o recogida.

"Esta planta debe tener cuidado de no soterrarla mucho, que no tenga mucha tierra encima", explica Maju Diagne, cuando un cliente le pide una semilla para cultivar cebollas.

Todo lo contrario ocurre con otros productos, "como es el caso del repollo, los pimientos o los tomates, por ejemplo, que sí necesita ser plantado a una mayor profundidad para que contacte con más humedad del suelo -la capa freática-", añade. Y en cuanto a la berza blanca, "es mejor plantarla en agosto, porque necesita calor", señala este experto senegalés.

"Tienen que ser los futuros seguidores de esto, porque mis hijos no quieren seguir", dice Samuel Pérez Feijóo, dueño del local desde hace 50 años. "Me decidí a contratarles porque los de aquí no quieren trabajar, hay que estar  casi las 24 horas del día, porque nosotros nos vamos a las ferias y ellos tienen que quedar a cargo del local", explica Pérez Feijóo.

Añade que "además, muy trabajadores, atienden estupendamente el negocio y aprendieron rápidamente los secretos de esto", hasta el punto que no duda en admitir que "en ocasiones los clientes les hacen más caso que a mí".

La mañana la dedican a atender al público vendiendo las semillas "y  por la tarde nos ayudan a plantar en nuestra finca; aprenden muy rápido, a mí me cuesta aprender su idioma, pero a ellos no les ha costado nada hacerse con el castellano".

Samuel se topó con Maju "en una feria en Os Milagros, donde yo estaba vendiendo con mis amigos de Senegal diversos productos", en el denominado top manta. Le ofreció primero un domingo "para vender rosquillas". Le gustó a Samuel el rendimiento y decidió hacerle un contrato, y un par de años después llegaría su hermano Baye.
El cambio fue radical. "Ahora cuentan con su propia clientela, tienen gente que los quieren mucho, aunque hay otros que, a pesar de sus conocimientos, son reticentes, y es que hay gente racista  todavía", señala Samuel Pérez.

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