EN CLAVE

En septiembre vamos de empatada

Los convencionalismos periodísticos dicen que arranca el curso político, pero en esta ocasión nada empieza, todo sigue sin pausa ni tregua hasta el hartazgo. Como en las fiestas, vamos de empatada.

LUNES 29 DE AGOSTO:También nos dieron las diez, las once...

Nadie apaga en Ourense la luz del verano hasta que no expire el último festejo, la última procesión con el santo en volandas, hasta que el churrasco no ceda el testigo al cocido, que la cosa es no parar de comer sea cual sea la época del año. El verano no se apaga en Ourense hasta que se extingue el último incendio. El verano acabó y el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno, cantaba Sabina esperando que le diesen las diez. Hasta las once, las doce y la una de cada noche de estío hay vigilia incendiaria en la provincia, sobre cuyas causas creo que ya no merece la pena comentar. Acaso decir que son las mismas de décadas atrás y serán similares a la vuelta de otra generación. El periódico contaba que las llamas llegaron cerca de las casas de Verín y que en una semana hubo 450 incendios. Como si fuesen 484, incluso 1.128. La reacción aquí es siempre la misma. Sabina, en su canción, volvió al siguiente verano al bar de cuya dueña se había enamorado y se encontró una sucursal del Banco Hispanoamericano. En Ourense, no. Al siguiente verano nos sobrevolará el mismo helicóptero que va a apagar. Y nos dieron las diez, las once, las doce y la una... 


MARTES 30 DE AGOSTO: Los propósitos que trae septiembre 

Con septiembre, el inicio del curso. El noveno mes del año resta protagonismo a enero. El supuesto giro en nuestras vidas ya no se produce al tirar el almanaque o el taco de calendario por caduco. Todo parece comenzar ahora en septiembre: la vuelta la cole, la promesa de estudiar inglés, el propósito de matricularse en el gimnasio para mantener a raya las lorzas. Incluso es la época de la crisis de pareja por culpa de aguantarse en las vacaciones de agosto. Vaya. Y, por supuesto, se inicia el curso político. Así lo refería una información del martes: Presupuestos y PXOM marcan en la ciudad la vuelta al trabajo político, decía el titular de portada. Bueno, con la política está pasando como con las juergas infinitas, las que enlazan la noche, la madrugada, el alba y las primeras luces del día. Los jóvenes saben lo que es ir de empatada desde la fiesta a clase o a trabajar. En política también vamos de empatada. No comienza ningún curso, todo se enlaza en una espiral perversa , una especie de dejà vu permanente. Escuchamos esta semana en el pleno del Concello las mismas diatribas y llamadas al orden de siempre, la misma forma de gobernar, la misma de hacer oposición. Hubo esta semana otro intento de salir del pantano institucional de una España sin Gobierno y que va camino de ser ingobernable. Todo en nuestro nombre, todo por nuestro supuesto bien, hasta que caigamos todos víctimas del fuego amigo, como en las guerras mal planteadas. En la tele de la Transición había un programa que conducía Alfredo Amestoy y que se llamaba La España de los Botejara. Decía la letra de la sintonía de cabecera: "Hubo en España una guerra que, como todas las guerras, la ganara quien ganara la perdieron los poetas". Hay en España una guerra de partiditos que la estamos perdiendo todos aunque crean que la ganan ellos. Aquí no comienza nada, menos un curso. No es porque no les haga falta. Como regresar al cole, estudiar inglés y matricularse en el gimnasio para aligerar barriga. ¿Y nuestra pareja con ellos? La damos por rota. 


MIÉRCOLES 31 DE AGOSTO: Licencia al modo “ti vai empezando" 

La misma administración que no le pasa una al administrado se pasa la pelota sobre las responsabilidades en la apertura del centro de salud de O Couto. El Concello y el Sergas han discrepado toda la semana sobre la oportunidad de abrir mañana el equipamiento sanitario. Al final, el Sergas aplaza la apertura. Las diferencias están en la urbanización del entorno y los plazos de ejecución. No está mal discrepar. Hasta el dirigente cubano Raúl Castro dijo que "la unanimidad absoluta generalmente es ficticia y por lo tanto dañina", lo cual no deja de ser un sarcasmo viniendo de quien viene. En este caso, la cosa es de burocracia y de planificación. Usted no haría la casa en la que vive y se mudaría si no está en condiciones la entrada. O sí, que nunca se sabe, que muchas casas están habitadas y las fachadas siguen en ladrillo. Son las cosas del "ti vai empezando" que se decía en los concellos del rural para dar licencia. En la ciudad el "ti vai empezando" acaba así. Uno acabó la obra y el otro aún no contrató los accesos.
 
JUEVES 1 DE SEPTIEMBRE: Los momentos de un hombre enjuto

Adolfo Domínguez aparece en una de las fotos del periódico, la que acompaña una información sobre la junta de accionistas que la textil celebró un día antes en el Parque Tecnolóxico. El diseñador ourensano, enjuto, preside con semblante serio una reunión en la que se da cuenta de la cuenta de resultados de la compañía. Allá por el año 2009 (la que cayó desde entonces) ya preveía "turbulencias" en la economía que hicieron crujir las cuadernas de cientos de empresas, también la suya. En la junta se dio el visto bueno a la entrada de nuevos consejeros y se confíó el timón a Costas Antimissaris, cuyo sonoro nombre parece una marca en sí mismo. Adolfo, al que lo mismo te lo puedes cruzar por Pereiro como conduciendo su Golf descapotable y desnudo de la cintura para arriba en pleno verano, nunca dejó de ser ese fibroso visionario de la moda, por muy enjuto que se vea. Su compañía, tantas veces asociada a Ourense, sigue teniendo mucho músculo. Y mucho latido. De corazón.
 
VIERNES 2 DE AGOSTO: Solo cabe desear que tengan feliz vuelo

El grado de ingeniería Aeroespacial enfila la pista de aterrizaje. Solo procede desearle feliz vuelo. Puede dar a medio plazo el lustre que ansía el campus ourensano desde hace años. Solo pueden ir bien las cosas, si la política no lo empaña todo. No sería la primera vez.

SÁBADO 3 DE AGOSTO: La lógica laboral se alía con el verano

El verano, en sus últimos estertores, prolonga las cifras positivas en materia de empleo. En Ourense, sitio esquivo para estas cosas, algo mejora. Solo faltaría que ni en verano hubiese tregua.

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