EN CLAVE OURENSE

Sí, feliz "cumple"

Se cumplen diez años de llegada de la crisis, se cumple con la tradición de prohibirnos algo para hacernos felices, se cumple el presagio de que este Gobierno se queda en un suflé. Feliz "cumple".

Lunes, 17 - Pero si la crisis ha estado ahí siempre  

Crisis? Pero si esta provincia leva toda a vida en crisis". Un veterano sindicalista atajó con su sentencia una conversación de calle que ambos mantuvimos al paso muy al comienzo del costalazo de la economía de casino. Qué pronto normalizamos palabros como prima de riesgo, deuda soberana, la troika, recesión. Sin llamar entraron en nuestras vidas con la intensidad con que lo hizo sida, gripe aviar o el mal de las vacas locas. No eras un enterao si patinabas en la jerga. Con el café, el camarero te espetaba: "Hay que ver cómo está la prima de riesgo, es que no hay manera de competir con el diferencial alemán". En el ascensor el vecino, con la sabiduría de un cuñado, se quejaba de que "no damos colocado los bonos a un interés razonable, los mercados no se fían de nosotros". La crisis llegó un día muy de buena mañana, o a medianoche, qué más da. Apareció como una humorada de Gila: "Que sea la última vez que decides nacer solo", decía la madre en una de sus gracietas. Vivíamos por encima de nuestras posibilidades y gastábamos lo que no teníamos, nos dijo Rajoy nada más llegar a La Moncloa. Y claro, hemos purgado de lo lindo, haciéndole caso al presidente que nos abrochaba el cinto un agujero más cada año. El periódico del lunes dejó un rosario de indicadores socioeconómicos de la provincia que válgame Dios diez años después del batacazo. Aún hoy, con la fiebre bajando, a mí tampoco me gusta la orina del enfermo. Alguno de esos datos no son tan cruentos como en los años de plomo del paro. Menos mal, pero sin duda la consecuencia peor son los más de 20.000 paisanos de menos que nos deja el censo hoy en relación a cuando empezaron a tocar las campanas a rebato. Lo otro puede ser superable, pero las ausencias pesan. Y a esta provincia le pesan cada vez más las piernas y corre el peligro de claudicar. Y lo peor no es que aquel sindicalista creyese que esta provincia siempre vive en crisis y que hay que relativizar sus consecuencias. Y así, tirando, ahí seguimos, con los achaques, en esta crisis, esa, aquélla o la de más allá, qué mas da. 

Martes, 18 - Está muy bien eso de prohibir siempre 

Nosotros malgastamos la vida y son los demás los que velan por ella. No hay nada como una buena prohibición para hacernos entrar en razón. De niños, cuando con gesto distraído o descarriado contraveníamos los criterios de democracia orgánica que había en todas las casas ("por mis órganos que haces lo que yo te diga") siempre había una voz severa que adelantaba la sentencia: "A ti parece que chas pide o corpo e valas levar". Mira, está fenomenal prohibir, lo hacen por nuestro bien. El Concello anuncia estaca para combatir el botellón y multa y tente tieso. Todo sea por evitarnos darle al morapio, aunque tampoco en eso se ponen de acuerdo. No sé por qué se cuestiona la medida de sancionar por doblarse de alcohol. Es lo que pedimos, aunque sea por inducción. Hubo que prohibir el tabaco en el trabajo o la cafetería para bajar el consumo, fue necesario infestar las carreteras de radares para levantar el pie, quitarnos puntos del carné para ser más comedidos o amenazarnos con embargos por no pagar impuestos. Si es que nosotros tiramos la vida por el retrete, menos mal que está la Administración para reconvernirnos. Con lo del botellón a lo mejor lo que había que hacer era multar a papá y mamá. En este caso, parece que llas pide o corpo. 

Miércoles, 19 - Qué suerte vivir en la plena felicidad

Siempre despertaron mucha simpatía los preclaros líderes, intérpretes de las preocupaciones de la mayoría. Por eso vivimos tiempos fecundos. Dice Vladimir Putin, bizarro líder ruso, que si una persona está contenta con todo es un idiota absoluto. Un poco idiotas sí que somos de tan bien que nos va, mudados ya a la Arcadia feliz de la que Pedro Sáncez es el casero. El comerciante, que vende cada vez menos, está feliz con Franco a punto de empujar la lápida. El que acaba de firmar un contrato por horas se baja una caña para celebrar que la reforma laboral del PP va a seguir forever. El autónomo, crujido a impuestos, abraza a la parienta al darse cuenta que su pensión no está garantizada con el impuesto a la banca que le habían prometido. El conjunto de los trabajadores organiza cenas con barra libre porque el IRPF les va a meter una nueva dentellada. El transportista paga el combustible cada vez más caro pero sabe que se largará al concierto de Raphael en un Falcon y que no se lo contará a su mujer, porque es secreto oficial. Es la felicidad grande. La pequeña es ponerte frente a la tele con la bolsa de las palomitas y ver a Aznar, Rufián y Pablo Iglesias ponerse como gorrinos revolviendo en el fango. Y ya con el mando a distancia en la mano enterarte de que Epi y Blas eran gays. Y, ya puestos, no sé muy bien lo del Tío Aquiles y Locomotoro.

Jueves, 20 - Un estudio que sigue dormido en el cajón

Arrancan las obras de la estación intermodal, pero no arranca estrategia para aprovecharse de las ventajas del futuro AVE. Hay un estudio hecho en el 2016 por la Universidad que algo dice sobre el caso y que obra el poder del Concello, esa entidad de la que usted me habla y de la que tan pocas veces merece acordarse uno para bien.

Viernes, 21 - El mejor entre los mejores, sin duda

Llegó Gonzalo Caballero, una especie de Coloso de Rodas que soporta el PSOE gallego, y dijo que el partido tendrá el mejor candidato a la alcaldía. ¿El mejor para él? ¿Para el PSOE? ¿Para la ciudad? Será una hipóstasis, como en la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Sábado, 22 - Camino hacia la novela de Delibes

Aluvión de quejas por la proliferación de ratas en los parques de la ciudad, contaba el periódico. En medio de la abulia municipal, vamos camino de otra edición de Las Ratas, de Delibes, con su protagonista Nini, que se las comía. 

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