TRIBUNALES

Una sobrina pretende invalidar el testamento que dejó Paquita Rumbao

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photo_camera Paquita Rodríguez Rumbao.

En la demanda alega que el heredero no la cuidó, tal como se exigía 

Si la vida de Francisca Nieves Rodríguez Rumbao, más conocida como Paquita Rumbao, fue intensa, la estela que ha dejado su muerte, el 29 de noviembre de 2016, tampoco desmerece. Su sobrina pretende invalidar el testamento de esta conocida ourensana, quien fue embajadora honorífica de Marruecos, además de muy popular en círculos políticos y empresariales del país.

El Juzgado de Primera Instancia número de 3 celebró una vista a raíz de la demanda presentada por la ahijada de la difunta y única sobrina de la fallecida actualmente viva, María Mercedes Francisca R.R., para dilucidar la declaración de ineficacia de la institución de heredero. La familiar, tal como quedó patente en la vista oral, alega que José Manuel A.F., el vecino al que dejó todos sus bienes su tía cuando falleció a los 97 años, no cumplió la cláusula del testamento que condicionaba la herencia. El documento instituye heredero a A.F.  "con la obligación de cuidar a la testadora como hasta el momento ha venido haciéndolo". Este último asegura que no conocía el testamento hasta que falleció su amiga.

Las últimas voluntades de Paquita Rodríguez Rumbao cambiaron en el año 2015. En 1996 había testado a favor de sus dos sobrinas, Mercedes y Marisa (esta última ya falleció), además de hacer un legado a favor de la Iglesia de 6.000 euros.

Pero un año antes de su muerte, cambia de opinión y nombra único heredero a su vecino del piso de arriba. Poco antes, había sufrido problemas importantes de salud: había estado ingresada en dos ocasiones en Cosaga y posteriormente pasó a un centro asistencial de Geriatros que abandonó con ayuda del designado como heredero al cabo de un mes.

La demandante, según se expuso en el juicio, alega que a su tía nunca la cuidó porque eran sus asistentas personales (hasta cuatro) las que se encargaban de esas tareas. Incluso recuerda que José Manuel A.F., quien se encargaba de pagar a las cuidadoras, se enteró de su fallecimiento cuando ella se lo comunicó. Esta parte mantiene que el demandado se limitó a administrar su patrimonio ya que le dio un poder para hacerlo.

Este último, según aclararon fuentes cercanas al caso, está valorado en algo más de medio millón de euros: 300 mil euros en las cuentas bancarias, además de un gran piso en Progreso 155, joyas y obras de arte. Una de las piezas más preciadas es la bandeja de plata de la época de Isabel II. En el lote, incluso va el panteón de Vilanova, en Allariz, con los restos de Paquita pero también de otra mucha familia, incluyendo los padres de la demandante, quien vive en Sevilla.

Por la sala pasaron testigos, su médica de cabecera y vecina, la cuidadora principal y dos amigos íntimos, que cuestionaron los supuestos cuidados brindados por el heredero, también desde un punto de vista emocional.

El letrado que defendió la demanda, Óscar Martínez Rodríguez, declinó ayer valorar el caso hasta que haya sentencia.

La alaricana fue una mujer con historia, con una vida muy intensa. Aunque funcionaria de Hacienda como primer oficio, fue empresaria en distintos sectores, entre ellos, la venta de productos farmacéuticos, y se relacionó con personajes de altura: desde Onassis, el rey de Arabia Saudita. El presidente egipcio Nasser la alojaba en su residencia, y hasta tuvo amistad con el riquísimo padre de Bin Laden, al que conoció de niño. 

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