Sonia Albor, esencia gallega del 'metal'

Sonia Albor
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A los 17 años la ourensana Sonia Albor descubrió su pasión por la música y la batería

En un Taller de Música perteneciente a la Concejalía de Cultura de Ourense, donde el ya fallecido productor Moncho Lusquiños efectuaba grabaciones a grupos de la ciudad, esta mujer, hoy con una carrera consolidada, comenzó a dar sus primeros pasos en el 'metal'.

Allí también se impartían clases y de la mano de 'Gelo', que fue batería de Los Suaves, Sonia Albor amó este instrumento: "Me fue metiendo el vicio en el cuerpo... Para mí siempre será un grande", cuenta ella en una conversación con Efe.

Prosigue y explica que su idea inicial era tocar el bajo. Sin embargo, no le pareció "lo suficientemente duro", dice con un guiño, y se decantó por la batería que, en su opinión requiere "un poco más de esfuerzo".

Sin dudarlo, lo demuestra y en efecto queda comprobado el desgaste físico que esto supone tan solo viendo a Sonia Albor tocando durante unos minutos en el local que usa para ensayar con su banda, 'Fermento'.

Esta gallega siempre ha tenido las ideas "muy claras": "Soy muy radical". De ahí su idilio con el 'metal', concretamente el 'death metal' o el 'brutal death', aunque de joven, puntualiza, siempre a uno le gustan los "grupos más rockeros de la época", como AC/DC.

Sin embargo, esta vitalista melómana sabía que su inclinación iba por lo más "cañero". Sus referentes están en la vieja escuela porque el nuevo 'metal' no la convence demasiado.

Así, las bandas americanas "de siempre", del 'brutal death' y del 'death metal' siguen siendo sus predilectas, como Incantation o Morbid Angel.

Como ha ocurrido con otras muchas cuestiones a lo largo de la historia, este estilo y el instrumento elegido por Sonia, la batería, pertenecen a ámbitos en los que la mujer no ha desarrollado "una trayectoria", algo que Albor achaca al "patriarcado que siempre está ahí controlando".

En la batería concretamente y en este género, en un término más amplio, "es difícil encontrar mujeres, pese a que cualquiera podría -matiza-, porque el punto de partida es tener dedicación".

Continúa, y lo hace concretando un prejuicio: "Es una música rápida y complicada que muchas veces se juzga mal porque a cualquiera que no esté metido en el mundo esto le va a parecer ruido".

En su caso, en todo momento se ha dado una característica, la "seriedad": "He querido demostrar que mi valía estaba por encima de mi físico, de mi aspecto, o de ser mujer".

Por su género no se ha encontrado con situaciones complicadas pero sí con anécdotas: "Cuando vas a tocar, en el 'backstage' las mujeres que hay suelen ser las parejas de los músicos", detalla.

En una de sus actuaciones, el grupo compartía escenario con la banda 'Incantation' y sucedió lo siguiente: "Ellos me veían por allí e imagino que pensaban que era la 'novia de', claro", pero "una vez que toqué fue el propio batería de ese grupo, un tío al que admiro de siempre, el que se acercó a mí y me pidió una foto".

En todas las facetas, sentencia Sonia Albor a modo de conclusión, "las mujeres tenemos un hándicap por el tema del patriarcado" y en especial en "este mundo, que está muy 'masculinizado'... Tienen una estética agresiva, pero yo me mimetizo perfectamente".

Para lograrlo, mantiene la "coherencia" también mediante su atuendo. "En principio la imagen puede ser impactante, aunque las melenas, pinchos y tatuajes están muy de moda en general".

Esta apariencia no significa, bromea, que "por tocar la batería en un grupo de 'brutal death' vas a estar siempre con cara de mal humor".

A Sonia Albor le gusta "visibilizar" la presencia de las mujeres, y esto se nota. La perspectiva de género es una batalla a la que se ha consagrado. No pretende posicionarse "por encima de nadie, pero tampoco por debajo".

Tras este apunte, vuelve a su música: "No es un estilo que le pueda gustar a todo el mundo, es muy subterránea, para minorías, vamos... que nunca será comercial, pero nos gusta que sea así".

No en vano a ella la música comercial no le va: "Me parece monótona, aburrida y simple. Y todo el asunto de las radio fórmulas y el márketing..." le horroriza.

Retoma el asunto anterior. Desde una perspectiva de género y "respetando siempre la libertad individual de cada uno", no está de acuerdo con "el estereotipo de mujer que se trata de vender, ése que perpetúa la imagen de mujer objeto, de pedazo de carne, exhibiéndose la imagen de 'princesita' o de 'niña explosiva'. No hace ningún bien a la mujer".

Albor va más allá y tilda "modas" como el 'reggaeton' de "insulto, vergüenza y machismo".

Desde 'Unnatural', la primera banda en la que Sonia tocó, hasta su grupo actual, 'Fermento', fundado en Madrid y con el que ha grabado el disco 'Recipe for Cremation', Sonia ha evolucionado hacia una música "más extrema todavía" en la que busca mejorar cada día.

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