ÁREA METROPOLITANA

El sonido de las campanas de la iglesia de Graíces, en el Valedor

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photo_camera La iglesia de Graíces, en a Peroxa, con las campanas de la polémica.

La queja de una vecina obliga al Concello de A Peroxa a reducir sus decibelios, al superar el máximo legal

El actual volumen del reloj de las campanas de la iglesia de San Vicente de Graíces, en A Peroxa, corre peligro. La dueña de un pazo de la zona presentó una queja, a principios de 2018, al Valedor do Pobo por el sonido del campanario, que anuncia las horas en punto. El órgano municipal, entonces, se vio obligado a contratar los servicios de una empresa de medición sonora para analizar el caso.

Los resultados demostraron irregularidades en el sistema de la iglesia, ya que las campanadas suenan 14 decibelios por encima de lo máximo permitido legalmente. Ahora, la pelota está en el tejado del Concello. El alcalde de A Peroxa, Manuel Seoane, se ciñe a la ley: "É certo que o son das campás está por riba do máximo permitido, polo que o único que podemos facer é arranxar o tema canto antes".

En estos momentos, los técnicos municipales buscan métodos para reducir el sonido de las campanadas. Pero Rafael, el párroco de San Vicente, no lo ve tan claro y se pregunta qué daño le podía ocasionar a la mujer el reloj de la iglesia. Sobre todo, porque no vive en Graíces, sino que reside en Londres de forma habitual.

El sacerdote, que se muestra molesto por la denuncia, cree que lo que motivó a la vecina es el ánimo de "fastidiar" a la parroquia y al Concello. "Ella no es del pueblo, llegó aquí y se compró el pazo que está cerca de la iglesia, empezó a quejarse y acabó en el Valedor do Pobo", explica. Según el párroco, esta no es la única queja de la mujer sobre el entorno, ya que llegó a manifestar que no le gustaban las cruces del camposanto, "aunque la casa que se compró está justo al lado del cementerio". Además, resalta que no es una persona querida entre sus vecinos, y que ninguno ha querido apoyarla en su iniciativa en ningún momento.

"A ver cómo se puede hacer para que toque con menos fuerza, que no sé yo", explica el sacerdote. Seone explica que la vecina alegó que sufre dolencias de oído y que por eso le afectaba tanto el volumen de las campanadas. Además, el regidor señala que no ha vuelto a su pazo de Graíces desde que formalizó la reclamación en el Valedor do Pobo. Por su parte, la mujer no ha querido contestar a este diario.

Fuentes del Valedor do Pobo confirman que el expediente de la reclamación está cerrado, aunque recuerdan que si el Concello de A Peroxa no realiza los cambios necesarios para reducir el sonido de las campanadas, volverán a reabrir el caso.

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