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Sonrisas y lágrimas, entonces

Abrazos de emoción por la victoria, lágrimas por la derrota. Sonrisas por la ilusión, llanto por la decepción. Lo mismo en el fútbol que en la política. Ejemplos hubo esta semana.

Lunes, 28 - Un camino lleno de piedras y pedradas 

Las gestas deportivas aparecen siempre revestidas de un carácter épico que las ennoblece, que las convierte en faro que ilumina a la mayoría. Siempre hay un William Wallace, como en la película Breveheart, que marca el camino a la victoria. La fuente de Concepción Arenal, como la Cibeles, Neptuno, Canaletas o Cuatro Caminos, recibe visitas cuando las victorias de la Champions y la Selección. Pocas veces con heroicidades ourensanas. La UD Ourense ya es de Tercera, titulaban a toda página en Deportes narrando el amanecer de un equipo que estuvo en las tinieblas más tiempo del deseado, no siempre por desaciertos deportivos. La sociedad suele actuar por imitación y necesita espejos en los que verse. Nunca se vendieron tantas bicicletas como cuando Induráin ganó los cinco Tours de Francia, aunque los compradores no hayan conseguido repetir la gesta. Los equipos, cuando están en el pozo de las divisiones inferiores, suelen hacer solos la travesía del desierto, con unos pocos espectadores. El Ourense siempre estuvo ahí, acompañado por una inmensa minoría pero la amargura de la derrota tiene su efecto balsámico. Decía el legendario boxeador Muhammad Ali que "de pequeño le pedía a mi hermano Rudy que me lanzara piedras. Así es como aprendía mis movimientos, esquivando pedradas". Unas cuantas sorteó el equipo, ahora solo falta que tenga la cintura de aquel púgil.

Martes, 29 - Diferencias entre la necesidad de pacto 

El diálogo y la negociación, términos ya ajados por un uso inapropiado en la política, siguen siendo un recurso imprescindible en muchos órdenes de la vida. La crisis, pero también antes y en sus postreras bocanadas, ha obligado a sentarse a muchas empresas alrededor de una mesa con sus trabajadores, con sus proveedores, con sus clientes, con la Seguridad Social, con Hacienda, con las entidades financieras… Sentarse para negociar, a veces con las garras afiladas, casi siempre en posiciones antagónicas, pero sentados para conseguir un fin. Duras negociaciones, tensiones, amenazas de huelga, huelgas incluso, despidos... Qué decirles. No siempre el esfuerzo logró los resultados apetecidos. En los últimos años cientos de empresas quedaron por el camino, miles de personas pasaron por el paro, con los lunes al sol, como la película de Fernando León de Aranoa. Pero otras, gracias al diálogo y la negociación (perder todos un poco para ganar todos lo que sea posible) siguieron adelante y hoy enfilan el futuro con el ceño menos fruncido. En algunas instituciones eso no se produce. Un ejemplo lo tenemos una vez más entre los 27 concejales del Concello de Ourense, enquistados en la política de la tierra quemada, del cuanto peor mejor. Reniegan del diálogo, la negociación y el pacto. ¿Saben por qué? Porque tienen segura la nómina, Al menos  hasta las elecciones del año que viene, que al paso que van, serán todos carne de ERE. 

Miércoles, 30 - Todo queda sobre los atlantes

La composición de la portada del miércoles tenía simbolismo cinematográfico, dudo que haya sido sin querer. El titular principal aludía a que este año no habrá Festival de Cine en Ourense por culpa de una nueva pifia municipal. Debajo, una foto de la cineasta Isabel Coixet grabando su última creación "Elisa y Marcela" en Boborás. La directora catalana, mirada perdida, casi da la espalda a uno de los figurantes, cabizbajo, que se va camino del marco de la fotografía. Sobre Coixet amenaza con caer el titular principal. Un débil tejadillo lo evita. Parece uno de aquellos atlantes que sujetaban las cornisas, que eran columnas en si mismos. Isabel actúa de telamón intentando sujetar ese cine de festival, ese que no es capaz de mantener el Concello, al que todos le tienen culpa de todo, el que se sienta en el pajar y se pincha con la aguja.

Jueves, 31 - Los que hablan y votan en su nombre

El Rajoy estadista de unos días antes, capaz de llenar las tripas del PNV para que le aprobasen los Presupuestos era ya el jueves un guiñapo en manos de los mismos. Aún así, los suyos esperaban un giro saduceo, creyendo en la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo. El jueves, sino antes, los aires de cambio ya soplaban con fuerza, como el Cierzo o la Tramontana. Un partido con apenas 300.000 votos decidía más que los 24 millones restantes. Nada que objetar a la democracia y su aritmética, porque así se ha convertido en rango de ley y forma de gobierno. Es lógico que muchos partidos pequeños se vengan grandes de un día para otro. Los davides siguen venciendo a los goliats. Un diputado canario decide con su sufragio la pasta que nos repartimos, cinco nacionalistas vascos son los que inclinan el fiel de la balanza. El poder reside en el pueblo, dice el frontispicio de nuestra democracia, a través del voto. Lo que pasa es que el voto, por lo que se ve, es interpretativo y desde los escaños cada partido toca su partitura, a veces de oído. Los ciudadanos, que serían los que deberían hablar, se limitan a bailar al son que le tocan.

Viernes, 1 - Esperando en la barra del bar

Rajoy creyó vivir una pesadilla de la que despertaría plácido, como siempre. Un presidente ya en la lona se creyó aún con fuerza para devolver los golpes. Un iluso. Después de más de 30 años de política decidió despedirse de la Presidencia arrimado a una barra mientras el escaño quedaba vacío. Mal recuerdo.

Sábado, 2 - Todo para acabar con los problemas

Entiendo que las lágrimas de los que se van es porque no peden seguir arreglándonos nuestros problemas. Y los abrazos de los que llegan es porque también nos los quieren arreglar. Los nuestros, que no los suyos. Es así, ¿no? 

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