SOCIEDAD

SOS del Banco de Alimentos: “La situación actual es difícil"

Dibujo
photo_camera Las estanterías de Banco de Alimentos vacías.

Necesita urgentemente la subvención del Concello de Ourense para proseguir su actividad "con normalidad" 

Después del descanso del mes de agosto, en el que el Banco de Alimentos solo mantuvo su servicio de recogida y distribución de productos frescos y perecederos, el mes de septiembre llegó duro para la entidad social. "No queremos alarmar a la gente, pero es cierto que la situación actual es difícil", afirma Cecilio Santalices, presidente de la asociación. Tal y como explica, el principal problema no es el aumento de beneficiarios en los últimos meses, sino la tardanza de las prestaciones económicas dependientes del Concello de Ourense. "Recibimos subvenciones sin las que no podríamos existir, pero antes de que nos las ingresen nos vemos obligados a adelantar dinero nosotros, y estamos esperando desde hace tiempo", apunta. De los bolsillos de los propios voluntarios que colaboran en la organización salen los fondos mientras tanto, una circunstancia "crítica", difícil de mantener en el tiempo. "Todo el mundo arrima el hombro, pero claro...", dice el presidente.


Confianza


La asociación destina estas ayudas financieras a diversos gastos estructurales, como pagar el alquiler de la nave -donde recogen productos perecederos- y de la oficina de la ciudad -donde guardan el almacén general-, o el mantenimiento de ambos locales. "Confiamos en que esto se solvente de aquí a quince días o un mes, para continuar con la labor que realizamos con normalidad", comenta. Después de esperar durante todo el mes de septiembre, la necesidad se vuelve más acuciante con el paso de los días.

En cuanto a las reservas alimenticias, el Banco presenta, en estos momentos, falta de productos como leche, aceite, conservas, cacao y galletas. "Son comestibles que suponen un sustento importante, ya que sirven tanto para desayunos como para cenas", puntualiza Santalices. Por otra parte, ahora mismo las provisiones de pasta y arroz están cubiertas. Aún así, el presidente señala que todo alimento es "bien recibido" en la entidad, cuya oficina de la calle Manuel Murguía permanece abierta para que cualquiera pueda acercarse y aportar sus donativos. "Además de recoger alimentos, desde el Banco también queremos concienciar a la sociedad del gran despilfarro que hacemos de comida cada día, es necesario darse cuenta y cambiar esa costumbre", explica. Además, el presidente indica que entre los diversos Bancos de Alimentos gallegos existe una red de apoyo mutuo y cooperación, que sirve para solventar la falta de algún producto en concreto: "Hablamos con los demás para saber si tienen excedente de lo que nos falta y si pueden suplir nuestras necesidades".

Actualmente, el Banco de Alimentos de Ourense cuenta con más de 6.000 beneficiarios en toda la provincia, que reciben las aportaciones a través de alrededor de 65 entidades que ayudan a colectivos en riesgo de exclusión social (toxicómanos, emigrantes, discapacitados,...). "Vamos, que somos 360 grados", comparte Santalices.

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