ROBOS

Sucesivos robos preocupan a la hostelería de Coles y Vilamarín

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photo_camera El primer local afectado, en Gustei, concello de Coles (izq); y en A Túa Taberna, en Tamallancos, los ladrones no consiguieron entrar.

Los ladrones entraron en varios negocios situados en la N-525 con un objetivo: la tragaperras

El trazado de la N-525 parece ser el camino escogido por un grupo de ladrones para perpetrar sus robos en locales del área metropolitana de Ourense. El punto de partida del recorrido fue Gustei, en el concello de Coles, y se detuvo, por el momento, en Tamallancos, en el concello vecino de Vilamarín. 

Todo empezó la noche del pasado viernes, sobre las 3,40 horas de la madrugada. Varias personas forzaron la puerta del bar Os Carballos, situado en el margen izquierdo de la N-525, sentido Santiago. El grupo entró en el local mientras la alarma comenzaba a sonar y el dispositivo de alerta cubría de humo la planta baja, un mecanismo que facilita la desorientación de los intrusos. Los ladrones consiguieron abrir la máquina tragaperras, no sin antes destrozarla, y llevarse al completo la cuantía económica de las recaudaciones. "Leváronse uns 800 euros, aproximadamente", comentan desde el bar afectado. La familia que regenta el establecimiento no vive en el mismo edificio, por lo que cuando el dueño llegó, ya no había ni rastro de los cacos, aunque sí del utensilio que utilizaron para abrir la puerta, una pata de cabra. "Foron directos á máquina. Igual viñeron algunha vez para localizala, pero non creo que coñecesen o bar, porque tiñamos a botella das propinas á vista e nin a colleron", explican. 

La noche del sábado, los ladrones continuaron su camino por la N-525 y decidieron atracar el bar Ponte dos Frades, esta vez en Cambeo. El objetivo, el mismo: la tragaperras. Para acceder al interior del local, en este caso, rompieron el cristal aledaño a las dos máquinas de apuestas con una maza. De nuevo, el dispositivo de seguridad se activó y mientras no llegó nadie, los cacos se llevaron parte de la recaudación. "Non deberon estar dentro máis de cinco minutos, pero deulles tempo a coller a metade dos cartos", explica una de las dueñas del establecimiento. Según un vecino, la Guardia Civil estaba patrullando cerca, pero el aviso no llegó a tiempo. Los acontecimientos se volvieron a repetir durante la noche del domingo, en la gasolinera de la estación de servicio de la misma carretera. El guardia de seguridad del comercio recibió la llamada de emergencia de la alarma, pero cuando llegó al lugar solo pudo ver cómo los ladrones se perdían entre el monte, "tranquilamente, como si fuesen profesionales". La hipótesis de que el grupo de cacos no son de la zona cobra fuerza en este punto, ya que "no corrieron" al escuchar la llegada de alguien, tal y como señala otro vecino. La máquina tragaperras volvió a ser su objetivo, de la que tambien consiguieron llevarse parte del dinero que contenía. 

Siguiente parada: el bar A túa taberna de Tamallancos, en la misma N-525, la noche del lunes, ya en el concello de Vilamarín. La alarma de la puerta principal sonó alrededor de las 6,00 horas de la madrugada, pero cuando los dueños llegaron vieron, para su tranquilidad, que los ladrones no habían sido capaces de forzar el acceso. "A alarma sonou, o que quere dicir que na porta estiveron fozando, pero non chegaron a entrar nin a romper nada", explican desde el bar. Por el momento, esta es la última parada del grupo de cacos. "Supoño que pararían de roubar porque saben que agora van a estar investigando e vixiando pola zona, pero cando se tranquilicen as cousas, volverán", sentencia la dueña. 


Investigación abierta


Fuentes municipales del Concello de Coles afirman que hay una investigación abierta acerca de la oleada de robos de esta semana en la N-525, en la que trabaja la Guardia Civil. 

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