RECONOCIMIENTO | ENTREVISTA

“La tardanza en aprobar el plan de urbanismo es imperdonable"

Entrevista a Javier Suances
24-2-17
photo_camera Javier Suances recibirá el premio de la COAG el 17 de marzo.

El ourensano Javier Suances Pereiro recibirá el 17 de marzo en el Teatro Principal de Ourense el premio del Colegio de Arquitectos de Galicia en reconocimiento a su ejercicio profesional y su dilatada experiencia.

Suances fue decano del  COAG entre 1981 y 1983. Tercero de ocho hermanos, este conocido arquitecto, amante de la familia, disfrutaba de pequeño con la bicicleta y jugando al fútbol en una ciudad que dista mucho de ser lo que a él le gustaría.

¿Esperaba un premio? 

Pues la verdad es que no, porque hace tiempo que no espero nada de esta profesión, pero parece que dejé algún recuerdo razonable y lo aprecio porque me lo dan compañeros que son arquitectos. Si alguien entiende de arquitectura son ellos y me siento muy agradecido y satisfecho. La vida se hace muy corta pero hicimos alguna cosa por lo que veo (risas). 

¿Cómo empezó todo? 

En Madrid. De aquellas solamente se podía estudiar arquitectura en Madrid y Barcelona. Dos universidades y pocos estudiantes pero ahora hay overbooking (risas). En Galicia, cuando finalicé mis estudios,  éramos 117 arquitectos . Aquí trabajé siete años con Antonio Alés Reinlein , un hombre inteligente y simpático. Aprendí mucho con él. Fue innovador. También aprendí con Alejandro de la Sota y Javier Sáenz de Oiza. Me considero discípulo de De la Sota y siempre me distinguió con su amistad y su inteligencia. Fue un maestro. Eran sabios y me insuflaron mucho conocimiento. 

¿Y después de trabajar con Alés?

Años después se me ocurrió fundar un estudio con Pepe Peña y Luis Chao a ver si éramos capaces de repartir el trabajo y ser más eficaces. Y así fue. Yo creo que dimos calidad. Luego la activación política hizo que cogiéramos distintos caminos y disolvimos algo que pudo haber sido grande. Los tres teníamos ideas políticas diferentes pero como profesionales trabajábamos muy bien juntos. 

¿Ha cambiado todo mucho? 

Sí. Hoy a un chaval le pones un lápiz en la mano y se le cae. No saben dibujar pero manejan otras cosas. El PC es una trampa porque te da oportunidad de hacer travesuras que a mano alzada no se puede. Va todo más rápido, la distribución del trabajo es distinta y se copia más fácilmente.  

¿Y sus alumnos? 

Tengo muchos alumnos en Perú, Chile o Arabia. Hay una dispersión muy grande y no hay derecho porque es gente buena y cualificada. Van en condiciones de "arquitecto de granja", no van para idear proyectos aunque podrían hacer grandes cosas.

¿Cuales son los hitos del camino? 

Las intervenciones en el  Parador de Santo Estevo y el Edificio Simeón, el convento de las Carmelitas Descalzas, la vaquería de Valverde, la restauración del edificio de la Caja de Ahorros, la Casa de Chocolate...

En el Simeón trabajó con su hijo Javier. ¿Qué tal la experiencia?

Muy bien. Me siento cómodo trabajando con él porque es muy responsable y trabajador. La obra  del Simeón fue un trabajo complejo y apasionante. Ese fue el trabajo más grande que hicimos juntos y fue muy agradable. Me apena no poder seguir trabajando codo con codo. 

¿Es complejo la restauración?

Sí. Te pongo por ejemplo el Parador Santo Estevo. Hay una parte románica, otra renacentista, una gótica... Cada época intervino con sus propias características y yo cuando intervine lo hice con el siglo XX. Restaurar es recuperar para la vida lo antiguo sin necesidad de volver a épocas anteriores. Es un error intentar "falsificar" columnas de otra época. Hay que intervenir en consonancia con el tiempo que vivimos para que lo disfrute la gente de hoy.

¿Qué es la arquitectura en su vida? 

Para mí la arquitectura es un amor. Con mis éxitos y mis fracasos, como todo el mundo. Siempre traté de dar lo mejor. Es un mundo apasionante. Es hacer espacios para el hombre, pero aquí vemos un edificio judicial "de clausura" y a su lado un centro de salud que no están pensados ni diseñados para el hombre. Ahí se desarrolla la vida cotidiana de la sociedad y no se ha pensado en ella. 

¿Qué modificaría en Ourense? 

Yo creo que hay que asumir lo que se tiene y crecer a partir de ese reconocimiento. La gente que ha llevado el concepto de ciudad que tiene que estar depositado legalmente en el ayuntamiento a veces fue cutre. Ciudades como Perpignan tienen su río encauzado y es una maravilla. Aquí se le da la espalda y se ven las coladas secando. Es una pena. Y el  embalse arrasa todo cuando le sobra el agua, la zona termal se inunda.. 

¿Cómo ve el proyecto termal?

¿Proyecto? No veo proyecto. Toda la riqueza termal se ha tratado sin darle la importancia que merece. Solamente ver el tratamiento que se le da en otras ciudades termales y mirar las pozas que tenemos ya lo dice todo. Hay que hacer un proyecto del río incorporando la ciudad termal y hacer una aproximación a la estación para internacionalizar esa ciudad termal, pero no se hace. Con la estación ya se ve cómo funciona esto; con el PSOE vino Foster y llevó el premio, luego vino el PP y  dijo fuera a la estación. Ahora ni son capaces de acabar los últimos kilómetros... Hace falta más amor por esta tierra. Los gallegos estamos unidos por la carne ó caldeiro, el pulpo y el cabrito. Nos falta solidaridad y trabajo en equipo. Es una pena. 

¿Y el urbanismo?

Que tarden tanto tiempo en aprobar un Plan Xeral de Urbanismo es imperdonable. Es la ley máxima y están dañando a toda la ciudad.  

¿Qué necesita esta ciudad?

Necesita dedicación, cabeza y entusiasmo para llevar adelante una obra que se llama Ourense. Decía Risco "éramos poucos e ben chegábamos" y aquellos pocos hicieron de Ourense la Atenas de Galicia. Se trata de que nos unamos para construir nuestra ciudad. Hago esta reflexión porque quiero a mi ciudad y me apena verla así. 

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