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Los termómetros se desploman ante el regreso de las lluvias

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photo_camera Las piscinas de Oira llena de bañistas. El cielo ya permanecía en la tarde de ayer nublado. (X. FARIÑAS)

En una semana las máximas bajarán casi 20 grados en la provincia, en alerta por tormentas

La inestabilidad atmosférica tiene como consecuencia que por Ourense tanto desfile aire cálido como el aire frío que comenzó a cubrir en la noche de ayer parte de la provincia. La temperatura aún se mantendrá hoy en los 30 grados centígrados, pero el termómetro comenzará a perder valores, no subiendo el miércoles de los 23 grados, una cifra más típica de los meses de primavera, según Meteogalicia. Una caída que supone casi 20 grados respecto a esos 40,3 grados que se anotaron el pasado día 18 en la ciudad, manteniéndose en la mayoría de los días por encima de los 36.

La entrada del aire del norte dejará lluvia, sobre todo en la jornada del martes en buena parte de la provincia. Protección Civil ya fue alertada ayer ante las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que activó el aviso amarillo por tormentas en el sur de la geografía ourensana y la comarca de Valdeorras.

Vuelve la lluvia

La jornada de hoy, según Meteogalicia, será de transición, aunque puede llover en determinados puntos de la comarca de O Ribeiro y Ourense. Para mañana y el miércoles, en el departamento de meteorología autonómico se espera lluvia generalizada por toda la provincia, llegando a acumularse entre 12 y 13 litros por metros cuadrado durante ocho horas.

La situación también se registra después de dar por finalizada la primavera más calurosa y seca de los últimos 52 años, según los datos que manejan los meteorólogos de la Aemet, que auguran un verano también caluroso y seco.

En las actualidad, los embalses de la cuenca Miño-Sil están al 65,7 % de su capacidad y parte de los concellos ya tiene en marcha medidas para restringir el consumo de agua. La lluvia será bien recibida siempre que no descargue de forma torrencial o granizo. Antonio González tiene una explotación de ovejas en Conso Frieiras y aseguraba ayer que de no llover tiene que vender parte del ganado. "La hierba está seca. Además, no la hay. No tengo donde pastorear", explicaba.

José Luis Gómez tiene ganado vacuno en Monterrei y se queja de que no hay cosecha de forrajes para alimentar las reses durante el invierno. "Ahora mismo, prácticamente no tiene donde beber", lamenta. La lluvia también beneficiaria a la viticultura, horticultura y la formación de castañas en los soutos. 

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