Los retrasos dejarían para después de Semana Santa el traslado de los placeros, que durará dos meses
El primer fin de semana de marzo, los días 3 y 4, será finalmente la fecha elegida para realizar la prueba de carga en la Alameda, que comprobará que el edificio provisional que acogerá a los comerciantes de la Plaza de Abastos durante la rehabilitación del mercado es totalmente seguro.
Según ha podido saber este diario, en las conversaciones que han mantenido durante los últimos días el Concello y la empresa concesionaria del aparcamiento subterráneo, se ha coincidido en la conveniencia de dejar pasar unos días para causar los menores perjuicios posibles a los usuarios y abonados del parking, que no se podrá utilizar para no influir en los exámenes que se realicen en la superficie
De acuerdo a lo que trascendió tras la última comisión de seguimiento del proyecto, se necesitaban dos días para la prueba de carga, cuyos resultados podrían no adecuarse a la realidad si circulan vehículos en el interior del aparcamiento, aunque sí podrían permanecer estacionados aquellos que no se muevan durante ese tiempo, informan fuentes consultadas. "Se consensuó la mejor solución para todos", confirman.
Aumenta el retraso
El informe favorable de la prueba de carga es imprescindible para que el Concello pueda recepcionar la obra, que acumula ya varias semanas de retraso respecto a los plazos establecidos, y poner en marcha la maquinaria para el traslado de los placeros, que apunta ahora a los días posteriores a la celebración de la Semana Santa. En un primer momento se había fijado para después de Navidad.
El cronograma que manejan los placeros señala que, una vez se tengan los resultados de la prueba de carga, es necesario que el Concello dé su plácet al acceso al edificio provisional para que los comerciantes analicen sus puestos y decidan la distribución del interior de cada uno de ellos. Esta fase durará aproximadamente un mes.
Por tanto, en la primera quincena de abril podría arrancar la mudanza desde el edificio de As Burgas, un proceso que será complejo debido a los más de 40 puestos que existen. Todo ello se coordinará entre comerciantes y Concello en reuniones periódicas que se irán concertando, alguna de las cuales, como comprometió la responsable de Comercio, Flora Moure, tras la comisión de seguimiento, ya se ha realizado.
Entre los compromisos que se han alcanzado, está el de mantener abiertos simultáneamente tanto la Plaza de Abastos actual como el recinto provisional, al resultar imposible que todos los comerciantes se instalen a la vez.
Paralelamente a las conversaciones entre Concello y placeros, estos celebrarán también asambleas para fijar una hoja de ruta definida. La próxima reunión, fijada para el 7 de marzo, servirá para poner sobre la mesa un documento al que todos los comerciantes deben adherirse y en el que se fijan compromisos como el de no superar un máximo de kilos en los nuevos puestos que rondaría los 500.
Los pliegos, a la espera
Mientras tanto, el Concello trabaja para aprobar los pliegos que permitan convocar el concurso para contratar la rehabilitación de la Plaza. En estos momentos, los documentos se encuentran en el departamento de Contratación, a la espera de que sean de nuevo fiscalizados por el interventor, que pidió una serie de correciones que deben ser subsanadas.
La exedil Isabel Pérez dinamizará la plaza
Los comerciantes quieren aprovechar el proyecto de rehabilitación para redefinir el concepto de Plaza de Abastos y adaptarla a los tiempos actuales, siguiendo la estela de equipamientos que se han convertido en centros de ocio en grandes ciudades.
"Es una prueba para el futuro, cuando regresemos al edificio reformado. Es renovarse o morir", apuntan desde el colectivo, que ha planificado ya la instalación de puestos que ofrezcan a los clientes de la Plaza espacios gastronómicos.
Al frente de las actividades de dinamización estará la exedil municipal y ex teniente de alcalde Isabel Pérez, que aportará su experiencia para redefinir el concepto del mercado.
Además, está casi cerrado un acuerdo con los responsables del parking de la Alameda para ofrecer a los clientes una hora gratis para estacionar el vehículo.
El objetivo de esta nueva etapa es ofrecer también alternativas para contribuir a la erradicación del botellón en la Alameda y lograr "un entorno más seguro y agradable".
