HISTORIA DE OURENSE

En tiempos fueron comercios, hoy son muestra de abandono

ourenseaban

Algunos llevan cerrados décadas y a otros la liquidación les ha llegado en fechas más recientes

Una palabra aquí lo resume todo, abandono. Si bien es evidente que la crisis -de casi ya una década- se ha cebado en todos los sectores, es en el comercio y en Ourense capital donde más persianas se han visto bajar en estos años. Pero estas líneas no tratan de esa temática tan trallada que no parece querer pasar página. Aquí trazamos líneas colaterales, incluso de otras que responden al simple decoro estético.

Cafeterías, sucursales bancarias, comercios de ropa, calzado, ultramarinos, en tiempos negocios que funcionaron, en un momento dado dejaron de ser tales y la persiana cedió para siempre. En algunos casos esto ocurríó hace décadas, en otros menos de un lustro. Sobre algunos, a la previsible pátina de polvo de varios centímetros de grosor, hoy suma cierto cúmulo de insalubridad, en algunos casos -sin exagerar- hasta preocupante. Si bien cada caso es diferente, hay desde edificios calificados de ruinosos sobre los que existe un expediente, a otros simples casos de abandono. En todos, la falta de dueño que se aplique es causa de una fealdad que afecta a la ciudad.

No es un caso de una zona en concreto, tampoco es aquí una radiografía exhaustiva la que se quiere trazar, pero al margen de los lugares sobre los que el abandono comercial en años ha sido severo, como los del casco histórico, hay otros puntos (avenida Buenos Aires, incluso también en zonas céntricas como Valle Inclán), que han visto cómo los negocios echaban el candado y al tiempo que afeaban el conjunto mermaban las posibilidades de negocio de aquellos que quedaban en pie, a fuerza de contemplar el abandono que se apoderaba de ciertas calles.

Detrás de cada persiana bajada hoy es visible una mezcolanza de basura variada, desde restos de botellón y comida hasta múltiples formas de basura.

Es evidente que restaurar toda esta merma de negocios no va a ser sencillo, el aseo es otra cosa.

Una normativa en vigor que no se cumple

La ordenanza municipal (ITE) que vela por los edificios mediante la inspección, además -según relata- de ser muy consciente en que el “fomento y la conservación”, “más allá de una preocupación social, ayuda a limitar el despoblamiento y el deterioro de barrios consolidados, evitando a su vez su degradación”, lo dice claro: 
dentro de la propiedad urbanística (artículo 33.2 de C.E.) -el deber de conservación de las propiedades, “es una manifestación de la función social del derecho de propiedad urbanística, porque las razones de seguridad y de salubridad, y hasta de ornato público, son valores sociales”. Pues eso.

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