EMPLEO

Trabajar con el sol en la nuca

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Las altas temperaturas de la ciudad no favorecen a las personas que tienen como principal centro de trabajo las calles. Barrenderos, camareros o operarios de la construcción se las ingenian para soportar el intenso calor. 

La provincia de Ourense se convirtió ayer de nuevo en la "sartén" de Galicia. Las zonas del valle del Miño, el sur de la provincia y la comarca de Valdeorras fueron los punto más calientes, con temperaturas que superaron los 37 grados centígrados en las horas centrales del día. Unas temperaturas que mantienen en aviso amarillo a buena parte del territorio y que parece que no va a desaparecer. En la capital, a las dos de la tarde de ayer, el termómetro del parque de San Lázaro marcaba 43 grados centígrados. Pero el mercurio elevado no paraliza la actividad de la ciudad. Precisamente, por esa zona, varios obreros trabajan en la rúa Concejo, con los rayos de sol cayendo sobre sus nucas. También por esa zona, los taxistas estacionan sus vehículos en la parada del Parque de San Lázaro y se reúnen en corros bajo la sombra de los árboles.

Son muchas las profesiones en las que las calles de la ciudad son su centro de trabajo: mensajeros, barrenderos, policías, carteros y un largo etcétera. Todos ellos tienen que lidiar con el calor de justicia que no deja Ourense. Incluso hay algunos que ven intensificado su trabajo, como es el caso de los camareros. Las terrazas de los bares estaban ayer llenas de personas sedientas, que buscaban un pequeño oasis con sombra en la ciudad para poder esquivar los justicieros rayos de sol. Pero en ese escenario los clientes no son más que meros figurantes, el protagonista de verdad es el camarero que entra y sale del local, con la bandeja cargada de consumiciones, para distribuir por las mesas.

Uno de esos camareros de la ciudad es José Manuel Álvarez, que trabaja en un establecimiento en la calle Juan XXIII. A pesar de estar al lado de la torre, la sombra que el edificio proyecta no llega a su terraza, por lo que está expuesto durante toda la mañana. Este camarero comenta que su mejor amigo para paliar las altas temperaturas "es un buen refresco frío".

Pero sus pequeños momentos de respiro son cuando entra en el local con aire acondicionado. "Afortunadamente, no tengo que estar todo el rato en la terraza, dentro tengo aire acondicionado y eso ayuda", explicó. Pero lo que más alivia a José Manuel es que "en las horas centrales del día la gente no se atreve a usar la terraza", dice con cara de alivio.

Pero los operarios de la rúa Concejo no tienen esa suerte ya que no tienen un local con aire acondicionado donde resguardarse. La hidratación es su salvación para combatir el calor extremo: "La empresa nos paga las botellas de agua que queramos para ayudar a pasar las jornadas de trabajo", explica José Luís Ansia, un operario de Concejo. Este obrero asegura que en su profesión "pasas calor en verano y frío en invierno, siempre estás expuesto". Muchos tienen jornada continuada, por lo que a las tres de la tarde ya rematan la faena, pero otros, como José Manuel, tienen jornada partida, y eso significa que a las cuatro de la tarde tiene que ponerse de nuevo bajo los rayos del astro rey.

En cambio los barrenderos municipales echan mano de la picaresca para escapar del calor. Carlos Salgado explica que "nosotros sabemos a qué hora hay sombra en cada calle más o menos y eso facilita mucho el trabajo". Y ese truco también lo emplean sus compañeros del turno de tarde.

Pero, a pesar de todo, por mucha sombra o agua que beban, el calor se sigue cebando especialmente con estas personas que tienen su centro de trabajo en las calles de la ciudad.

Ourense. 23-08-16. Local. Reportaxe de traballos ao sol na cidade de Ourense.Foto: Xesús FariñasJosé Luis Ansia (Obrero)

"En esta profesión estás expuesto al frío y al calor. El peor momento en esta calle fue cuando tuvimos que renovar las aceras, porque el calor de los muros era insoportable". 

Ourense. 23-08-16. Local. Reportaxe de traballos ao sol na cidade de Ourense.Foto: Xesús FariñasCarlos Salgado (barrendero)

"Nosotros empezamos a las seis de la mañana, entonces no hace tanto calor. Pero ya sabemos a las horas en las que hay sombra en cada calle, y eso nos facilita un poco más el trabajo". 

Ourense. 23-08-16. Local. Reportaxe de traballos ao sol na cidade de Ourense.Foto: Xesús FariñasVíctor Requejo (operario de Viaqua)

"Ayer (por el lunes) fue el peor día de todos, lo pasamos bastante mal. El truco está en beber mucha agua para evitar los golpes de calor. Por suerte nosotros sólo trabajamos un día a la semana por las tardes, de cinco a ocho, no solemos estar muy expuestos".  

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