Las mañanas en el Parque Botánico de Montealegre son distintas desde hace poco más de un mes, cuando doce usuarios de Aspamadis comenzaron a colaborar con los técnicos municipales en la limpieza del espacio.
Hay trabajadores -se dice que pocos- que cada día llegan a su puesto laboral con alegría. Doce de ellos son los usuarios de la empresa Aspamadis, un centro ourensano especializado en inserción laboral de personas con discapacidad intelectual.
Desde el pasado 13 de febrero, el grupo aterriza cada mañana en el Jardín Botánico de Montealegre, donde limpian el parque y trabajan, codo a codo, con los dos técnicos municipales del espacio. "É un gusto telos aquí, oxalá estivesen sempre", comenta el trabajador Eulogio López. A lo lejos, los chicos rastrillan entre los arbustos y acumulan las hojas en la carretilla. Las edades son variadas, desde los 30 hasta los 50, pero todos comparten la misma energía. "Hay que vaciarlo en el chimpín, ¿quién lo hace?", pregunta Elena Rodríguez, secretaria de Aspamadis y monitora del taller, al grupo. Sobran voluntarios. "Son los mejores compañeros que puedes tener, la verdad", comenta Rodríguez. El trabajo se compone de diversas tareas, desde recoger hojas a arrancar hierbas o adecentar los caminos. "Están cómodos en el parque y aquí ven realmente cómo es el trabajo y no es monótono, cada día cambiamos la tarea, según las necesidades", explica.
Entre los chicos, no hay duda, se lo pasan en grande. "Es genial, además los compañeros nos ayudamos mucho entre nosotros y nos llevamos muy bien", apunta Suso Jenssen. "Eu estou moi contenta aínda que chego un pouco agotada a casa pola noite", añade su compañera Elena Lourido. "Estoy muy contento, me gusta mucho el trabajo que hacemos y los demás son muy majos", dice por su parte Alberto Casalderrey.
“El objetivo es alargarlo"
El trabajo que realizan los usuarios en Montealegre es posible gracias a un convenio de colaboración con el Concello de Ourense. Por el momento, es temporal, pero desde Aspamadis cruzan los dedos para poder alargarlo. "Nuestro objetivo es integrar a los chicos en la sociedad a través del trabajo y aquí queremos que tenga continuidad", señala Manuel Martín González, presidente de la empresa. "Tienen muchas ganas de trabajar y aquí sobran cosas que hacer todos los días, es un espacio muy grande", comparte Elena Rodríguez.
El taller en Montealegre no solo fomenta la capacidad laboral de los usuarios, sino también fomenta valores como el compañerismo. "Intentamos que se ayuden, que aprendan a hacer las cosas apoyándose en el resto cuando lo necesitan", dice Rodríguez. Además, sus familiares notan que los hace felices. "Yo lo veo por mi hija que viene los lunes y los viernes, tiene que estar a las 8,30 horas abajo, porque la vienen a recoger, y a las eso de las siete y media ya está en pie de guerra. Luego llega a casa y dice 'ay papá, vengo rendida'... Es una ilusión para nosotros", explica el presidente de Aspamadis.
Otros proyectos
Los usuarios también desarrollan trabajos en Arnoia y Laias, a través de la Fundación San Rosendo, así como en A Carballeira y Valverde, gracias a la Xunta.
