EN OURENSE

Trama en la Comisaría: A la Pucha, una traficante de la ciudad, le pierden el coche

A la operación Zamburiña contra el tráfico de drogas le ha salido un nuevo frente: el robo del coche que usaba Josefa P.G., la Pucha, en sus desplazamientos. El Golf lo estaba utilizando Asuntos Internos en Madrid

La operación Zamburiña contra el tráfico de drogas, el asunto que inició Asuntos Internos a raíz de un anónimo, acumula 22 tomos con miles de papeles y cientos de incidentes. Alguno de ellos más rocambolesco que el anterior.

 El comienzo de las diligencias ya fue atípico: por un anónimo remitido a la unidad que investiga la corrupción policial dentro de la Policía Nacional en el que se detallaba una supuesta trama dentro de la Comisaría para favorecer a narcotraficantes. Los autores de la nota, tal y como ha trascendido el pasado mes, formaban parte de un supuesto grupo criminal que actuó "con odio y rencor" –los hermanos Roi y Bernardo D.L. y el agente Celso Blanco, cuya muerte se imputa indiciariamente a los primeros por parte de Instrucción 3–.

El anónimo dio paso a una serie de pinchazos telefónicos y 16 personas investigadas, entre ellas cuatro policías del exgrupo de drogas y narcos con negocio en la ciudad. Entre los traficantes más conocidos estaba Josefa P.G., alias la Pucha (60 años), y su novio, el marroquí Rachid E. (41). En la investigación, están considerados como los peces gordos de la Zamburiña, los cabecillas de una supuesta trama dedicada al tráfico de cocaína y heroína, con una red de colaboradores, también imputados, que vendían la droga al por menor en tres pisos del barrio de Covadonga controlados por la Pucha (calles Júpiter y Urano).

Tras la detención de la pareja, Asuntos Internos se incautó de los vehículos en los que solían desplazarse, entre los que figuraba un Volkswagen Golf blanco con matrícula 1142FXH utilizado por Josefa P.G., pero propiedad de su novio, la persona de su mayor confianza en el tráfico de drogas, quien también poseía un Golf rojo, un Mercedes 300 y un VW Sharan.

Los policías encargados de la investigación de la Zamburiña solicitaron al titular de Instrucción 1, Leonardo Álvarez, permiso para utilizar temporalmente los vehículos, habida cuenta de que podrían haber sido obtenidos con los beneficios del narcotráfico. Una medida cautelar a la que el juez dio vía libre siempre y cuando el uso del coche se circunscribiese a la actividad policial.

Ahora bien, los letrados que representan a la pareja acaban de conocer esta misma semana el robo del Golf blanco. Se enteraron gracias a una providencia del juez en la que acuerda unir a la causa de la Zamburiña un escrito de Asuntos Internos en el que se daba cuenta de la sustracción del citado turismo en mayo del pasado año. El robo ocurrió en Madrid y hasta la fecha se desconoce quién está detrás de este delito.

Fuentes cercanas a los investigados aseguran que el hecho de que el coche haya sido robado mientras estaba siendo usado por Asuntos Internos será objeto de una reclamación para que la pareja sea indemnizada.

El robo del coche trasciende en un momento en el que, según confirmaron ayer fuentes judiciales, la instrucción de la Zamburiña llega su fase intermedia: el momento procesal en el que el juez debe decidir si archiva el caso o ve indicios delictivos para llevar a los investigados, o una parte de ellos, a juicio. 

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