Francis Okello participa en un intercambio entre una universidad de su país y la de Vigo, enseñando inglés en el colegio Miraflores y repartiendo su estancia en Ourense entre las casas de cinco alumnos del centro.
Francis Okello, de 27 años y natural de Kenia, es estudiante del último semestre de Finanzas y Contabilidad de la United States International University-África, y desde hace un mes está viviendo su particular Erasmus en Ourense. Se enteró de que el colegio de Miraflores se abría a un proyecto de intercambio entre esta universidad keniata y la de Vigo, y se decidió a sumergirse en otra cultura, al tiempo que ofrecía su conocimiento del inglés a los niños del centro.
"Me esperaba un país más arisco, por lo que veía en televisión, pero me encontré con gente muy amigable", señala, cuando se le pregunta por su primera impresión el pasado enero, cuando aterrizó en la provincia. "Se presentaron varias familias con alumnos en el colegio para acogerle durante su estancia e hicimos una selección, hasta cerrarla en cinco familias, una por cada mes que esté aquí", explica Fátima Beamonte, coordinadora del departamento de Inglés en el centro educativo.
Este joven keniata considera una gran oportunidad "poder conocer cinco familias diferentes, cada una con sus propias características", algo que entiende que le ayudará a enriquecerse como persona.
Entre las cosas que más le han llamado la atención hasta ahora está "la gran variedad de productos elaborados partiendo del cerdo; me encantan". Otro de los aspectos que le ha sorprendido gratamente del modo de vida ourensano es "que los miembros de la familia pasan mucho tiempo juntos y cómo los padres apoyan a sus hijos, algo no habitual en mi país". Y junto a todo ello, "el paisaje, el verde y la cantidad de agua; y eso que estamos en un año de sequía", señala Sara Torres, funcionaria de 38 años y madre de Sofía, parte de la familia que ha acogido a Francis este primer mes.
De momento, se le hace cuesta arriba "la comunicación, porque aquí la gente no habla prácticamente inglés, así que muchas veces tengo que ir con la niña, Sofía, para hacerme entender en el bar, el súper o las tiendas", explica Francis. Sofía, que estudia cuarto de Primaria, se muestra entusiasmada de tener "el profesor de Inglés en casa". Además, según se encarga de señalar su madre, Sara Torres, "tienen varios puntos en común, sobre todo en torno al fútbol: ambos son del Barcelona".
"También me gusta el baloncesto, de hecho Francis era entrenador en su tierra", tercia Sofía, que explica que entre las cosas que le sorprendieron de su invitado está el hecho de que "ellos tratan al profesor siempre con el "mister" delante, mientras nosotros tenemos más familiaridad y les llamamos por el nombre". Otro detalle, "en Kenia hace mucho calor y Francis cuando llegó aquí tenía frío, tuvo que ponerse un abrigo de mi padre".
Y la lengua. "Mi padre solo sabe francés, así que cuando queda con Francis, para hablar con él tiene que usar el traductor del whatsapp". La madre de Sofía reconoce, entre risas, que "nos cuesta mucho más a nosotros, sus padres, entender su inglés que a la niña, que se desenvuelve muy bien".
María Elvira Torres, también funcionaria y con dos niños, de 11 y seis años, tomará el relevo de Sara y Sofía en mayo. "Ya estuvo en casa, es muy sociable y estamos deseando que nos toque", señala. "Ya me ha enseñado un juego de bolos de su país", apunta Nicolás, que ahora espera enseñar a Francis "cosas de nuestra provincia".
Los continentes se tocan, a través de este intercambio cultural en el colegio Miraflores.
