ELECCIONES GENERALES

Las urnas del 20-D citarán a 96.080 emigrantes ourensanos

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photo_camera Recuento del voto emigrante en la anterior convocatoria.

El voto rogado bajó la participación del exterior de un 32,2 por ciento en 2008 a un 3,6 en el 201

Apenas el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dejó clara la fecha para las próximas elecciones generales, y sin que se haya producido aún la convocatoria oficial con la publicación de la misma en el Boletín Oficial del Estado, la alarma saltó entre los emigrantes españoles ante esta cita.

Desde el año 2011, un cambio en la Ley electoral les impide votar en las citas municipales y les obliga, a su vez, a "rogar el voto"; es decir, deben comunicar al Ministerio su intención de votar, para poder recibir la documentación que se lo permita. Todo ello en un espacio tan breve de tiempo que la mayoría de las veces es insuficiente para que el voto llegue dentro del plazo establecido por la ley y que sea válido, por lo que la abstención alcanza más del 90 por ciento del censo.

Desde el exterior, son muchas las voces que ya se han alzado para que los españoles con derecho a voto que deseen ejercerlo estén atentos a los plazos, y a su vez, volver a pedir la derogación de esta ley, aprobada con los votos del PP, del PSOE y de CIU.

Estela Rodríguez, ourensana emigrada a Alemania en los 90 por amor, "me casé con un ourensano que ya había nacido allí", muestra su indignación. "Aunque quieras votar, los plazos son tan justos y limitados que la mayoría de las veces no llegas. Y eso viviendo en un país de la Unión Europea. Si resides en Venezuela o Cuba, por ejemplo, ya te puedes olvidar", asegura.

Ante la fecha del 20 de diciembre, los españoles del exterior muestran otro temor. "Al ser fechas navideñas, muchos viajan a su tierra para pasar allí estas fiestas. Y muchos pueden creer que al estar allí, ya votan directamente en su municipio. Es importante que sepan que si están inscritos en el consulado, no podrán votar en España, así que tendrán que dejar todos los trámites finalizados antes de viajar", explica Carmen Diz, otra ourensana que lleva prácticamente toda la vida viviendo en Holanda.

Los datos dan, sin duda, la razón a los emigrantes, muchos de los cuales han creado la "marea granate", precisamente para luchar por el derecho a votar sin tener que ser un voto rogado.

En el 2008, en las elecciones generales, el censo de ourensanos en el exterior era de 72.248 personas, de las cuales votaron 23.322, lo que supuso un 32,2 por ciento de participación.

En las generales del 2011, primera convocatoria que se efectuaba bajo la nueva ley del voto rogado, el censo de votantes era de 85.445 ourensanos. Las solicitudes de voto aceptadas fueron sólo 6.524; y, finalmente el número de sufragios contabilizados se quedó en 3.101; es decir hubo una participación de tan sólo el 3,6 por ciento. Difícil creer que de una convocatoria a otra, el interés de los ourensanos del exterior decayera tanto para ejercer su derecho al sufragio.

Además de la escasez de días para enviar y recibir toda la documentación necesaria para ejercer el derecho, la opción de depositar la papeleta directamente en urna tampoco es una alternativa fácil ni sencilla. En países como Canadá o algunos de América, los consulados están a miles de kilómetros de las viviendas, lo que dificulta que acudan a votar. El censo para esta cita es de 96.080 ourensanos, ¿cuál será la participación?

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