El exembajador ante el Vaticano reflexionó sobre la actualidad: "La religión y el territorio vuelven a ser causa de conflicto"
El que fue alcalde de A Coruña durante 23 años y embajador de España ante la Santa Sede durante un lustro, Francisco Vázquez Vázquez, aterrizó ayer en el Foro La Región presumiendo de raíces ourensanas. Otro ourensano, el exalcalde del Concello de Ourense Manuel Veiga Pombo, fue el encargado de presentar al invitado en una ponencia sobre las relaciones Iglesia-Estado.
"Paco consiguió la más larga confianza de los ciudadanos que yo creo que ha habido en España, con mayorías absolutas unas tras otras", presentó Veiga Pombo al protagonista de la conferencia.
"Estamos viviendo una posverdad que reabre debates que ya creíamos superados. La cuestión religiosa y territorial, desgraciadamente, vuelven a ser causa de conflicto", comenzó Vázquez, que hizo un repaso por la historia de la embajada española en el Vaticano, con detalles como la primera vez que se habló español en la Santa Sede. "Fue Carlos V. Dijo entonces que la lengua española merece ser sabida y entendida por todos los cristianos", contó.
Francisco Vázquez fue embajador en Roma desde el 2006 hasta el 2011, un periodo del que confesó sentir morriña. Veiga Pombo, su amigo desde hace 41 años, contó la anécdota de que "siempre decía que aparte de alcalde quería este cargo. Pensé que era una broma pero la broma se la había contado a más gente", explicó el exalcalde de Ourense.
"Pepe Bono y yo éramos los únicos católicos que había en el PSOE, así que antes de hacer una crisis, fui yo", sentenció Vázquez sobre su nombramiento en el 2006. Quiso tener unas palabras para el anterior Papa, Benedicto XVI, del que asegura que "es el gran intelectual del siglo XX", un hombre de "extrema corrección", "abierto al diálogo", que "debatía en los cines de Roma" y al que regaló unos discos de jazz en su cumpleaños."
La posverdad
Vázquez terminó la conferencia con la idea inicial de posverdad, "que se manifiesta en Cataluña, en la manipulación educativa, en las acusaciones a la Iglesia o en el relato falso de la transición democrática que busca desinformar", siendo hechos basados en "la intolerancia y el sectarismo".
En el turno de preguntas, los asistentes quisieron conocer detalles como la implicación de Amancio Ortega en la reforma de la embajada española en la Santa Sede. "Realizó una acción de mecenazgo para recuperar el edificio más representativo de España en Roma. La humedad y las termitas ponían en peligro las obras, el patrimonio del que sentirnos orgullosos. A Amancio no le gustó que se hiciese pública esta ayuda", afirmó.
Otra asistente quiso saber si la fe aumentó en la etapa en la embajada. "No soy un católico ejemplar, la proximidad con el Papa para un creyente fue una conmoción".
