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Los vecinos del centro piden medidas urgentes contra el exceso de velocidad

Calles como La Haban, Progreso o Curros Enríquez son zonas de riesgo por la intensidad del tráfico y el incumplimiento de los límites de velocidad

La excesiva velocidad de los vehículos que circulan en determinadas calles del centro de la ciudad genera malestar entre los vecinos, que siguen a la espera de la toma de decisiones ante lo que consideran una demanda histórica que sigue sin cumplirse. Las rúa do Progreso, Curros Enríquez, la avenida de La Habana y Emilia Pardo Bazán son los puntos más conflictivos que señalan tanto los vecinos como los colectivos de seguridad vial, y los que más protestas provocan.

Las imágenes de coches a toda velocidad transcurriendo por las calles del centro son muy habituales, especialmente en las horas centrales del día, ante la pasividad de las autoridades competentes en este sentido. Por ello, los vecinos inciden en sus proclamas históricas, que pasan por cambiar un modelo de ciclos semafóricos y de seguridad vial que lleva ya más de dos décadas en vigor, y que beneficia, según ellos, a los amantes de poner en peligro las vidas ajenas.

"Hay que meter mano de una vez por todas, son muchos años pidiendo soluciones en esta zona centro para este problema", señala uno de los vecinos de la zona. Coincide con esa visión la nueva presidenta de la Asociación de Vecinos Centro, Patricia Santamaría: "El problema es que se coge el coche para ir a todas partes, hay un gran volumen de tráfico pero, aunque no se pueda quitar, hay formas de hacerle frente".

Para ello, insisten en que se instalen radares móviles en las calles del centro. "Algún día se producirá una desgracia por la excesiva velocidad de cualquier desaprensivo", indica el expresidente de los vecinos del centro, Ignacio Martín. De hecho, han planteado sus inquietudes durante los últimos años en las junta de seguridad, pidiendo tanto radares como badenes, sin éxito.

En Limiar, extienden el problema al resto de la ciudad. "No es un problema solo del centro, Marcelo Macías parece de noche un circuito de Fórmula 1", explica el presidente, Manuel Mosquera.

En Stop Accidentes son muy duros ante esta cuestión. "El tráfico está sin control, no hay una buena regulación semafórica, porque la que hay es de hace 20 años. En La Habana hay semáforos que abren a la vez y los coches cogen mucha velocidad y, a veces, Progreso y Curros Enríquez son casi como una autopista". Consideran necesario invertir "cuanto antes" en infraestructuras , un radar fijo en las grandes avenidas, "como en ciudades como León" con efecto disuasorio y, en general, "apostar de una vez por un modelo de ciudad que piense en la pacificación del tráfico".

Desde el equipo de gobierno del Concello se muestran conscientes del problema y de la "necesidade de pacificar o tráfico", como señala el portavoz municipal, José Araújo. Considera que "toda a cidade e, por suposto, tamén o centro camiña cara unha redución das velocidades máximas", haciendo un guiño a las tan reclamadas zonas a 30. También incide Araújo en que la Policía Local "aumentou os radares no centro".

Los partidos de la oposición se unen para reclamar una pacificación del tráfico del centro. Javier Rey, del PSOE, pide "soluciones estructurales", que pasan por "humanizar calles, reducir velocidades permitidas, instalar bandas reductores, una presencia policial adecuada y un estricto cumplimiento de la normativa".

En Ourense en Común, apuestan por extender el respeto a peatones en las calles adyacentes a Vinos. "Non dicimos que haxa que prohibir a circulación pero, como en Pontevedra, hai rúas céntricas que teñen que ser de prioridade para peóns", dice Martiño Vázquez. "Poñer vallas e pechar algunhas rúas é gratis, ao igual que regular o ciclo semafórico", añade. 

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