Señalan que ya han reclamado varias veces al grupo de gobierno sin obtener ningún resultado positivo
Los vecinos de la calle San Francisco y adyacentes reclaman soluciones al Concello por la proliferación de pintadas en la zona. "Nosotros pusimos hace escasamente cuatro meses la persiana nueva de nuestro garaje y no duró ni 15 días sin que le plantaran un pegote", señala Patricia Pemán, vecina de la calle. "Esto cada vez va a peor", asegura.
Marisol Álvarez fue presidenta de la comunidad de vecinos de uno de los inmuebles de esa calle, el número 13. "Ya denunciamos los hechos una vez, que tuvieron que indemnizarnos porque estaban afectados gente de Telefónica y de Renfe, hará ocho años o así, pero ya volvemos a estar igual; está todo perdido", señala.
Sentencia que "es un escándalo lo que montan aquí todos los días, especialmente los fines de semana, con las pintadas, los buzones destrozados a puñetazos...". Añade que "son hijos de papá y la misma Policía los conoce, por eso pagaron alrededor de 2.000 euros".
La casa en la que vive se pintó "hará unos siete años o así, pero ya volvemos a estar igual. Los contenedores ruedan por la calle abajo, la gente deja los vasos y las botellas tirados frente a los portales... y a las tres o cuatro de la mañana te tocan al timbre; es auténtico vandalismo".
Generalizado
El problema se vive en toda la calle, puesto que María Dolores Mangana, que vive algunos portales más arriba, recuerda que "hace año y pico pintamos la fachada, que nos costó un buen dinero, y al poco ya nos la tenían llena de pintadas, las paredes de la fachada pero también el banco que está junto a ella".
Mangana Cid señala a un pub situado al principio de la cuesta como responsable en parte del problema. "Limpiar, el Concello limpia mucho, pero es que tanto limpian ellos como manchan los otros", apunta esta vecina.
Junto con las pintadas, los vecinos critican "la proliferación de meadas en plena calle, tanto en la rúa San Francisco como en Pérez Serantes, la calle Luna, todas las adyacentes a esta central, y ya desde el jueves a la noche".
José Labrador, que lleva 30 años viviendo en el barrio, lo considera "una mierda, antes no había esto ni de lejos".
Recuerda: "Yo estuve en el País Vasco, que mira que allí llenaban de pintadas en aquella época con lo de ETA, y ni de lejos se parecía a esto". Y sentencia: "Aquí vienes ahora con una pistola de spray y puedes pintar a tus anchas que nadie te va a decir nada; es una vergüenza".
