SEGURIDAD

Veinte policías vigilarán aforos y venta de alcohol, en Ourense

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photo_camera Fiesta de fin de año del 2016.

Diecinueve negocios solicitaron ampliar horario y organizar fiestas

Una veintena de policías locales vigilarán durante la última noche del año la venta de alcohol a menores, aforos en los locales de diversión, fiestas ilegales, incluido el botellón, que los negocios tengan la documentación en regla, salidas de emergencia y dispositivos en caso de incendio, entre otras cuestiones. A ellos se sumarán otros tantos agentes de la Policía Nacional que custodiarán la ciudad para evitar robos, reyertas y actuar ante cualquier situación delictiva. El dispositivo, según pudo saber este periódico, lo perfilaban ayer sendos cuerpos de seguridad para evitar improvisaciones de última hora en los servicios de vigilancia.

Los agentes también recaban datos de actuaciones realizadas durante la Nochevieja del año pasado, durante la que detectaron una fiesta ilegal en la ciudad, que no llegó a celebrarse al advertir al dueño de que no tenía autorización. También identificaron a un menor por realizar una pintada.

Los agentes apelaban ayer a la responsabilidad ciudadana para evitar altercados e incidencias durante el cambio de año.

Ampliación de horario

Mientras, un total de 19 hosteleros solicitaron autorización ante la Consellería de Presidencia para  ampliar horarios en sus respectivos negocios y para organizar fiestas. "En una noche de fin de año se puede tolerar una ampliación del horario de cierre. Los clientes se están divirtiendo, es la noche más larga del año, y no debería pasar nada por incumplir el horario de cierre", apuntó uno de los solicitantes, cuyo local está situado en el casco viejo.

Sin embargo, el presidente de las asociaciones provinciales de empresarios de salas de fiesta y discotecas (Fesdiga), Samuel  Pousada, tiene contabilizadas en la provincia al menos 75 fiestas ilegales, cuyos organizadores no se pusieron en contacto con ningún organismo oficial para solicitar la correspondiente autorización. "Si detectamos algún cartel o entrada, entonces presentaremos la correspondiente denuncia", apuntó, puntualizando que la Administración no le remitió hasta el momento ninguna documentación a este respecto.

Para Samuel Pousada, los concellos deberían de implicarse más  en la prohibición de este tipo de fiestas ilegales, activando un protocolo para que las respectivas policías locales puedan actuar y cerrar los locales.

A través de la asociación que dirige no descarta contratar los servicios de detectives para localizar cada una de las celebraciones ilegales o aquellos negocios que  organizan una actividad para la que no tienen licencia, con el objetivo de denunciar a los dueños. Samuel Pousada pedía ayer a la población que acuda a los locales que le inspiran confianza, los que saben que tienen licencia y un seguro que cubre cualquier accidente. "No se pueden permitir fiestas en garajes", aseguró. 

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