DEMOGRAFÍA

Los veinteañeros se redujeron en la provincia un 42% desde el inicio de siglo

La provincia apenas perdió un 2% de niños pequeños, pero tiene 13.000 mayores de 80 años más

La pirámide poblacional de Ourense se estrecha en una de las franjas clave para garantizar el futuro de cualquier territorio. En apenas década y media, la provincia ha perdido casi un 42% de sus residentes veinteañeros, pasando de los 44.970 que había en 2002 a los 26.204 que vivían a 1 de enero de 2017, fecha en la que se centra la última actualización del Instituto Galego de Estatística (IGE).

Es la franja de edad entre 20 y 29 años, según los datos, la peor parada, pero la sangría es evidente también entre los 15 y los 19 años, con casi 7.000 habitantes menos (un 39,4%) o entre los 30 y los 34 años, perdiéndose uno de cada cuatro que tenía fijada su residencia en 2002, cuando había 22.173 personas.

La caída de la población joven sustenta el paulatino descenso de la masa de habitantes de la provincia, que ha pasado de los más de 338.166 vecinos con los que arrancaba el siglo XXI a los 311.578 de principios de 2017, aunque los avances publicados por el Instituto Nacional de Estadística en julio del pasado año ya la situaban por debajo de los 310.000.

Entre ellos, se mantienen en las mismas cifras los niños pequeños, con una reducción que no llega al 2%, residiendo en estos momentos en Ourense algo más de 20.000 menores de diez años.

Crecimiento

El extremo opuesto de la pirámide, por el contrario, ha aumentado radicalmente, con 38.100 personas que han cumplido ya los 80 años viviendo en alguno de los 92 concellos ourensanos, 13.000 más que las que había hace tres lustros, según el IGE.

Entre las franjas de edad que también han cogido cuerpo están los "cuarentones", que ahora representan más de un 7% del total de la población. Residen ahora casi 44.700 personas, mientras que a principios de siglo eran unos 42.600.

Ampliando algo más el abanico de edad, la población entre 45 y 65 años ha crecido en década y media en casi 7.000 personas, casi el 8,5%. Se encuentran ahora en esta situación algo más de 88.000 vecinos.

Mientras, los habitantes ourensanos entre 65 y 80 años han menguado cerca de un 15%, pasando de 68.000 a 58.000 personas. En una desagregación más profunda, destaca la caída del 20% en los residentes que acaban de entrar en edad de jubilación.

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