CRÓNICA

“Que vengan los titulares de mesa"

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photo_camera El candidato del PP, Jesús Vázquez, votó en el Edificio Politécnico.

Madrugar un domingo es una faena, se mire por donde se mire. Es cierto que hay deberes que como ciudadano hay que cumplir, pero no es consuelo para los que deben estar en esta jornada,  a las 08.00 de la mañana, en los colegios.

E l refranero popular lo tiene claro: "A quien madruga, Dios le ayuda". En cambio, los sufridos ciudadanos que recibieron la notificación para ser suplentes y titulares en las mesas electorales durante la jornada de ayer, no parecían estar muy convencidos de ello. Minutos antes de que el reloj diera las ocho, la alineación de los suplentes ya estaba al completo a la entrada del colegio electoral de la Praza do Correxidor, esperando con impaciencia que su titular apareciera para poder decir adiós a este deber ciudadano.

Juan Ramón y Julia fueron los dos suplentes más madrugadores, y para él ésta ya era la tercera vez en la que el sorteo le agraciaba con esta tarea. Aunque ya estaban allí, ninguno tuvo la tentación de quedarse. "No, que vengan los titulares, sin ninguna duda", afirmaron, respirando aliviados cuando el representante de la Administración les dio el ansiado permiso para irse. Eso sí, teniendo que regresar más tarde para ejercer el derecho al voto, a partir de las nueve de la mañana. No hay privilegios para la mesa.


Novatos titulares

Los tres titulares de la mesa única de la Praza do Correxidor, todos hombres, se estrenaban en la tarea, aunque el presidente recordaba haber estado en una situación similar en aquel lejano referéndum de la OTAN. Pero contaron con la ayuda de la veteranía de dos interventores, uno del PP y otra del PSOE, que colaboraron con su experiencia y explicaciones para que todo fuese más ágil.

Puestas las papeletas, pegados los carteles informativos en la puerta con la colaboración de una de las monjas del colegio Carmelitas para ofrecer la primera intendencia, rellenadas y firmadas las primeras actas, presentado el agente de la Policía Nacional, ya sólo faltaba, como sucede con los espectáculos, que llegara el público.

Y los primeros votantes acudieron puntuales a las nueve de la mañana en punto. No fueron jóvenes trasnochadores, ni deportistas a punto de salir a correr, sino personas de edad más avanzada. Los segundos en votar dejaron claro que "siempre nos levantamos a esta hora" y que después, la siguiente parada, sería la misa.

Las siguientes llegaron con sonrisa y energía, como se debe comenzar una jornada, aunque sean las nueve de la mañana de un domingo. Una acudió a esta hora porque a la tarde la reclamaba el trabajo y así ya había cumplido. La otra señaló con sentido del humor que "quería ser la primera, pero veo que no ha sido así", y sin medalla de oro se volvía a su casa, "que tengo que hacer la comida". Y así fue como seis desconocidos compartieron todo un día de su vida.

Tres denuncias de acarreo y una mujer que votó sin estar censada

En una jornada sin prácticamente incidencias reseñables y en la que todas las mesas, según explicaron desde la Subdelegación del Gobierno, abrieron a las nueve en punto, la mesa B de Mariñamansa centro las miradas a media mañana, cuando una mujer introdujo su voto en la urna sin que se hubiera comprobado todavía si estaba censada, descubriéndose entonces que no figuraba como tal.
La apoderada de Anova en dicha mesa, Paula Gómez Justo, reclamó del presidente de la misma que recogiera esta incidencia en el acta, "ao que se negou nun primeiro momento", según explicó Gómez Justo. La representante de Anova señaló que la persona en cuestión "introduxo o voto na urna cando todavía non se comprobara o seu carné de identidade".
La edil socialista Juana Ageitos, que estaba en la mesa de enfrente, señaló que "nosotros, al acabar la jornada, haremos constar en acta lo que ha ocurrido para que la Junta Electoral de zona decida lo qué tiene que hacer".
Por otra parte, el PSdeG denunció en la mañana de ayer un posible acarreo de votos del PP para la mesa de Rairo, ilustrándolo con fotos de una furgoneta de la que bajaban un grupo de personas mayores, usuarios de la residencia San José, dirigiéndose a la mesa. Junto a esta reclamación, a primera hora de la tarde se producían dos nuevas denuncias socialistas por el "carretaxe" de votos, la primera en Maceda y la segunda en Pixeiros (Os Blancos).

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