EN OURENSE

Las ventas online, alquileres o falta de relevo multiplican el cierre de negocios

Ourense. 17/08/2018. Reportaje sobre locales comerciales vacíos en la zona centro de Ourense.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Un hombre observa un local cerrado, en la rúa Cardenal Quevedo.

Más de 500 locales permanecen vacíos en la ciudad, con varias calles del centro sumándose a la crisis que se atisba en los barrios desde hace años

El pequeño comercio local continúa entre la espada y la pared. La feroz competencia a la que se exponen, con grandes marcas y franquicias enfrente que tienen muchas más facilidades para manejarse por internet, unos gastos de mantenimiento que no dejan de crecer o, incluso, la falta de relevo generacional para tomar las riendas de ciertos establecimientos está provocando que cada vez sea más habitual que negocios bajen la persiana y las inmobiliarias cuelguen en ellos el cartel de "se alquila" o "se vende".

Según los datos que proporciona la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), más de 500 bajos comerciales permanecen vacíos en la ciudad de Ourense, donde solo la "milla de oro", la rúa do Paseo y Santo Domingo junto a calles como la Paz, ofrecen un alto índice de ocupación, una cifra con "truco".

"Las grandes empresas son las únicas que pueden hacer frente a las mensualidades de arrendamiento y otras cuestiones", destaca el presidente de Fegein, Benito Iglesias, que eleva a unos 3.000 euros el gasto medio anual en aspectos como IBI, comunidad o servicios de luz y agua.


Casos


La imposibilidad de acceder a las zonas con más posibilidades obliga a pequeños emprendedores a buscarse la vida en el entorno, pero los síntomas de agotamiento son evidentes. Al declive de la rúa Progreso, se suman ahora otras arterias de la ciudad como pueden ser la avenida de la Habana, en la que en el tramo entre avenida de Buenos Aires y rúa Curros Enríquez se contabilizan una docena de locales que buscan dueño, o zonas adyacentes como las calles Cardenal Quevedo o Bedoya, donde hace unas semanas ha cerrado un histórico negocio textil y otro, dedicado a la hostelería, acumula dos proyectos fallidos de pocas semanas prácticamente consecutivos.

"El pesimismo es muy grande, la situación es muy complicada para todos y los cierres así lo demuestran. Fueron las galerías, los barrios y ahora, el centro, perdemos singularidad", expone la presidenta de la Federación de Comercio, Beatriz Gómez, que apunta también que "mucha gente tampoco encuentra un relevo generacional que asuma su negocio de toda la vida y no les queda más remedio que cerrarlo".

El máximo responsable del Centro Comercial Aberto Ourense Centro, Luis Rivera, coincide con Gómez en que la "cosa está complicada", señalando que "se está notando una focalización de los establecimientos hacia las zonas más transitadas y turísticas", poniendo como ejemplo la praza Maior, en la que han abierto varios negocios recientemente.

Más pesimista es el presidente del Centro Comercial Aberto Ourense Norte, José María González, que constata que "en los últimos seis meses se ven cada vez más locales que se alquilan, con proyectos que abren pero duran muy poco". El comerciante cita las rentas, la crisis económica o la modernización del sector como las principales causas.

"Todo es muy incierto, no sabemos qué va a pasar. Pagar los alquileres requiere un esfuerzo tremendo y el consumo, por mucho que nos quieran vender, sigue muy justito y luego está lo de internet", señala González.


Rebajas y online


A la competencia las 24 horas y siete días de la semana que suponen las ventas online –"todas esas cadenas nos comen, enfatiza Beatriz Gómez- se une la liberalización de los períodos de rebajas, un escenario que los pequeños comerciantes urgen revocar.

"No se puede competir contra las grandes áreas, vendemos un poco más en las rebajas pero no es como antes", señala el presidente de Ourense Norte. Mientras, la máxima representante de la Federación de Comercio destaca que "ya hemos vuelto a solicitar la recuperación de los períodos tradicionales". Una lucha, sin duda, titánica para sobrevivir. 


El desembarco de grandes áreas, cada vez más cerca


Aunque el laberinto urbanístico en el que se encuentra el Concello de Ourense por la falta de Plan Xeral de Ordenación Municipal ha limitado los proyectos de grandes centros comerciales en el casco urbano, estos no han desechado la opción de desembarcar en la periferia.

Así, la multinacional Leroy Merlin está ejecutando las obras para crear un gran centro de bricolaje en la parroquia de Quintela, donde el plan de urbanismo de 1986 sí permite encajar las piezas para instalarse.

Asimismo, la promotora Kronos trabaja desde hace semanas en el Polígono de San Cibrao para conseguir una gran área comercial en la que habrá tiendas bricolaje, alimentación, hogar, deportes, electrónica, imagen, ocio o restauración.

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