CONTAMINACIÓN - RÍOS

Un vertido tiñe de color marrón el río Barbañica

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photo_camera Estado que presentaba el agua, a la altura del Parque dos Patos (A Valenzá).

La Hidrográfica recogió muestras de agua e investiga la contaminación

Un vertido tiñó en la mañana de este jueves de color marrón el agua del río Barbañica, entre los municipios de Barbadás y Ourense. La presencia de la contaminación era mucho más visible entre la piscina de  A Valenzá y el Parque dos Patos, donde el río también presentaba varios remansos llenos de espuma blanca.

Varios viandantes alertaron del vertido a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil sobre las 10,30 horas, pero los agentes fluviales del organismo de cuenca ya lo habían detectado y recogido muestras de agua, que fueron enviadas a un laboratorio con el objetivo de determinar el grado de contaminación.

Los expertos inspeccionaron todo el cauce y no detectaron peces muertos. Es más, desde la Confederación Hidrográfica Miño-Sil recordaban que fue una "situación puntual" que duró poco más de una hora. "El agua se puso muy turbia, con un color marrón, pero pronto, pasada poco más de una  recuperó su aspecto normal", señalaron en la Hidrográfica.

De todas formas, los agentes fluviales abrieron una investigación para conocer el origen del vertido y sancionar a los infractores. Las pesquisas no habían dado fruto en la noche de ayer, cuando el personal de la Comisaría de Aguas continuaba inspeccionando el cauce para determinar que el vertido no había ocasionado daños ni en la fauna ni en la flora de ambas márgenes del río, que desemboca en el Barbaña, a la altura del barrio ourensano de  O Polvorín.


Derrame de hidrocarburos


La situación se produce una semana después de que se registrara otro vertido, en este caso de hidrocarburos, en el cauce del río Barbaña. Los agentes fluviales detectaron la presencia de aceite y combustible entre la desembocadura del Barbañica y el puente que enlaza la calle Irmáns Xesta y la Plaza de Abastos.

Trabajadores de la empresa pública Tragsa instalaron varias mantas absorbentes en el cauce, en un tramo de casi un kilómetro, para recoger la contaminación e impedir que llegará al cauce del río Miño.

En este caso, el organismo de cuenca también abrió una investigación para identificar a los autores, pero las pesquisas aún no habían dado fruto  a fecha del día de ayer. 

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