Víctima y agresora compartían hospital pese a una prohibición

El juzgado que instruye el delito de lesiones por el que está imputada una de las dos mujeres impidió a esta última acercarse o comunicarse con la lesionada a menos de 300 metros.

Una orden judicial que impide a una mujer de etnia gitana, vecina de Ourense, acercarse a otra a la que supuestamente agredió con arma blanca, obligó al Complexo Hospitalario Universitario de Ourense a buscarle acomodo sanitario fuera de la provincia aunque, por descoordinación entre administraciones, ambas estuvieron una noche ingresadas en el CHUO, incumpliéndose el dictamen judicial.

El juzgado que instruye el delito de lesiones por el que está imputada una de las dos mujeres impidió a esta última acercarse o comunicarse con la lesionada a menos de 300 metros.

La víctima estaba hospitalizada debido a una lesión con un cuchillo que afectó a su hígado .Por estos hechos, la Policía Nacional detuvo a mediados de la semana pasada a una madre y a su hija, imputadas en un delito de lesiones graves, cuyo desencadenante, según fuentes cercanas al caso, fue una discusión por motivos sentimentales.

Juzgado

En el momento en que pasaron a disposición judicial, el juez de guardia las dejó en libertad con cargos, pero con la prohibición de acercarse a menos de 300 metros o comunicar con la mujer herida. No obstante, la mayor de ellas sufrió un infarto que hizo necesario su traslado a un hospital de Vigo para que le fuera practicado un cateterismo. Tras someterse a esta intervención quirúrgica, la mujer fue remitida de nuevo a su hospital de referencia, el CHUO. Fue esa la manera en la que compartieron hospital sin respetarse el alejamiento de 300 metros que había dictaminado días antes el juez.

Una vez que se la administración sanitaria se percató, la trasladó a Santiago de Compostela, en donde permanecerá hasta su total recuperación.  

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