María José López Otero (Lugo, 24 de julio de 1979), experta en nutrición, es profesora en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Vigo y responsable de farmacia en El Carmen.
López Otero participará el sábado en mesa redonda sobre el cáncer organizada por el hospital ourensano en el Valcárcel. Ahí, abordará la importancia de una dieta y una forma de vida saludable para prevenir, y también combatir, esta enfermedad.
¿Qué entendemos por dieta saludable?
Básicamente la mediterránea, frutas, verduras, aceite de oliva, reducción de azúcares simples, carnes rojas en su justa medida... El problema es con qué frecuencia la llevamos a la práctica, ahí pecamos, las proporciones de alimentos a lo largo del día no las compensamos. Tenemos que hacer cinco comidas al día, y las frutas y las verduras, 400 gramos, tienen que tener un papel preponderante. Y no dejemos de lado la obesidad infantil, un factor importante en el riesgo de contraer un cáncer.
¿Cuál sería un menú standard un jueves como hoy?
Lo primero, cinco raciones. Para desayunar, un lácteo, leche o yogur, fruta, cereales o pan; a media mañana, una pieza de fruta; en la comida, pescado o carne blanca (cualquier otro día un poco de carne roja), arroz o patata y verdura. De postre, lacteo o fruta; a media tarde, un puñado de frutos secos; y en la cena, algo de pollo o pescado blanco, ensalada y lacteo o fruta.
Pero no es sólo la alimentación, ¿no?
Es que influyen muchos factores a la hora de contraer un cáncer, con todo ponemos mucho el foco en los hábitos saludables de vida y en los factores medioambientales. Asegurar que siguiendo estas pautas vas a ser inmune es imposible, entre otras cosas porque un diez por ciento es hereditario. Pero al menos luchemos para prevenir la aparición de algunos de ellos. Por ejemplo, una dieta y una vida saludable hacen disminuir un 15 por ciento el cáncer de colon.
Al paciente se le sigue cayendo el mundo encima cuando le diagnostican un cáncer, ¿verdad?
Por regla general sí. Por eso es muy importante tener una actitud optimista ante la enfermedad, evitar hábitos tóxicos. Y no dejemos de lado el apoyo psicológico, tanto de los profesionales como de la gente que rodea al enfermo. La respuesta nunca puede ser venirse abajo.
Queda mucho por hacer...
Mucho, queda mucho todavía. Oncología y nutrición son dos áreas que siempre me gustaron, te permiten ayudar a los pacientes, pacientes, algo que algún día también seremos nosotros. Trabajamos para curar las enfermedades, pero mientras procuramos ofrecer la mayor calidad de vida durante el mayor tiempo posible.
