Los voluntarios se vuelcan con las víctimas de los incendios

Carballeda de Avia, una de las localidades más afectadas por los incendios que asolaron Galicia, siente estos días la solidaridad de decenas de voluntarios que atienden las necesidades más acuciantes 

Más de 180 voluntarios y numerosos donativos, tanto en metálico como de diversos productos básicos. están logrando que Carballeda de Avia recupere una pequeña parte de la normalidad que ha perdido en el incendio del pasado domingo, que arrasó sus montes, y afectó a 11 de las 15 aldeas del municipio. Los voluntarios proceden de toda la provincia, especialmente del mismo concello y de otros cercanos, y se están dedicando en su tiempo libre a prestar atención a las necesidades más acuciantes.

El agua potable es algo que preocupa en gran medida a las autoridades municipales y al grupo de trabajadores del Ayuntamiento que se ha ofrecido para coordinar las labores. Algunos pueblos no disponen de suministro y, además, se teme que en el resto puedan tener el agua contaminada, así que contando con las donaciones de Cabreiroá, Sousas y de varias cadenas de supermercados, además de particulares, los voluntarios distribuidos en grupos reparten garrafas cada día, junto con Protección Civil de todo el entorno, que está realizando un gran esfuerzo. De momento, están pendientes de los resultados de los análisis para comprobar si las traídas están afectadas por el arrastre de tierra y ceniza.

Familias sin casa

Además, están las tres familias que han perdido sus viviendas, en Saa y Muimenta, y que están realojadas en casas de sus parientes. Se han quedado con lo puesto, por lo que están recibiendo ropa, muebles y electrodomésticos, entre otros artículos, con vistas a cuando puedan reconstruir su hogar. 

También se está repartiendo forraje para los animales, ya que en muchos casos el fuego arrasó las fincas y también los alpendres en donde estaba almacenado. El equipo de coordinación, y el propio alcalde, Luis Milia, manifestaban ayer que están buscando un transporte que se dirija a las zonas del Bierzo y León, en donde les han ofrecido más de 4.000 kilos de forraje. Mientras tanto, en estos días se encarga de esa labor María Miguélez, una vecina de Ribadavia que con su furgón transporta alpacas. "Non podía deixar de facer algo ao ver como está todo esto", manifiesta.

Ángel Barba, que forma parte del equipo de coordinación, declara que están recibiendo llamadas desde toda España, ofreciéndose a ayudar. "¿Qué necesitan?", es la pregunta que hacen desde Madrid, País Vasco, Cataluña, Sevilla... Eso les ha animado a abrir una cuenta en Abanca en la que poder depositar donativos. "Acaba de chamar un señor de Carballiño, que acaba de ingresar 1.000 euros", apuntaba Luis Milia. A estas muestras de solidaridad se suman otras como las colectas que se están llevando a cabo en distintos concellos para ayudar a los damnificados. Incluso desde otras comunidades autónomas se han ofrecido grupos de voluntarios a desplazarse hasta Carballeda para ayudar. "Les hemos dicho que por el momento no era necesario porque la gente próxima se está volcando", señala Ángel Barba.

"Las prioridades son las tres familias que se quedaron sin vivienda, porque sólo cuentan con prestaciones no contributivas y ya estaban recibiendo ayuda de Cruz Roja, y el reparto de agua potable ante una posible contaminación", explica una trabajadora municipal.

Al mismo tiempo que recorren cada día las 11 aldeas para repartir el agua, también preguntan a los vecinos por sus necesidades. Nélida Viéitez, de Abelenda, decía que le ardió una casa, aunque pudo conservar su vivienda, pese a que estuvo cercada por el fuego en esa fatídica noche del domingo. 

Los voluntarios también están pendientes de retirar los restos del fuego, tanto escombro como electrodomésticos o muebles para llevarlos al punto limpio.

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