Una cazadora gregaria capaz de resistir las defensas de las abejas

A diferencia del solitario avispón europeo, gran parte del éxito de la avispa asiática como depredador se debe a su comportamiento grupal a la hora de atacar colmenas, explica el naturalista ourensano Alberto Rivero.

Como estrategia defensiva ante invasores, las abejas se arrojan en tropel sobre el invasor, al que "achicharran a base de hacer vibrar sus alas todas a la vez". En el caso del avispón europeo, la abeja juega con la ventaja que tiene soportar medio grado de calor más que el depredador, pero con la avispa asiática "pasa justo al revés, ya que ésta tolera medio grado de temperatura más que la abeja", con lo que las defensoras se inmolan en plena labor para repeler al insecto invasor. Sumado este punto fuerte a sus ataques en enjambre, la avispa asiática registra un altísimo índice de éxito en sus ataques a los panales.

Alberto Rivero indica que "se está detectando que la asiática aparece en zonas donde el ecosistema ya está bastante afectado". No obstante, el insecto invasor "tolera mal el frío", razón por la que el naturalista ve complicado que se llegue a asentar de modo uniforme en la provincia. "Si nos viene un invierno suave, será difícil terminar con ellas, pero en Ourense solemos tener inviernos lo suficientemente duros que actúan como si de un antiséptico se tratase, limpiando aquellos animales de otras procedencias que pretenden instalarse aquí", explica Rivero, que ve muy difícil que la avispa asiática pueda sobrevivir a una helada, aunque "podría acabar adaptándose al frío con el paso del tiempo, como han hecho otros animales tropicales".

El problema, sin embargo, podría estar en el cambio climático. "Nos movemos en ciclos de cinco años cálidos y cinco fríos, con lo que si nos cuadra la primera combinación podríamos hablar de un problema puntual", dice el naturalista, que no cree que esta plaga se pueda convertir en una amenaza para la provincia a corto plazo.