La intervención duró 8 horas y la evolución del pequeño de dos años es positiva
Un niño de dos años fue operado con éxito en el Hospital Teresa Herrera de A Coruña de una malposición de grandes arterias o la conocida cardiopatía congénita del "corazón al revés", una afección "muy compleja" que fue detectada en cuanto se formó el corazón del bebé durante la gestación.
El cirujano Víctor Bautista, que practicó la operación del niño hace un mes junto a un equipo formado por cardiólogos, neumólogos, pediatras, anestesistas y enfermeras, explicó qué la intervención duró unas 8 horas y cómo evoluciona el menor, teniendo en cuenta que las cardiopatías congénitas suelen ser "casos esporádicos de los que no se sabe la causa".
Aunque poco frecuentes, las malformaciones del corazón son más habituales en recién nacidos, y se calcula que el 2% sufrirá una cardiopatía que va a requerir tratamiento quirúrgico, añade. Esta cardiopatía conocida como "corazón al revés" por la que falleció recientemente la exministra Carme Chacón, recordó Bautista, se complicó en este caso por la cavidad torácica hacia la derecha, las dos aurículas juntas en el lado izquierdo y una arteria pulmonar casi inexistente e insuficiente para llevar sangre al pulmón.
El niño ya tenía un diagnóstico prenatal de cardiopatía "muy compleja" y, desde su nacimiento en este hospital materno infantil, requirió tratamiento en sus primeros días de vida para conseguir una adecuada oxigenación de la sangre.
"Además, por motivos de esta cardiopatía, no le llegaba suficiente sangre al pulmón, una situación que pudo comprometer su vida", sostiene el cirujano.
TRATAMIENTO PALIATIVO
Por ello se le hizo un tratamiento paliativo al recién nacido que consistió principalmente en ponerle una fístula para que llegase mayor caudal de sangre a los pulmones y, posteriormente, en la etapa de lactancia, se realizó otro procedimiento paliativo para dejar hecha parte de la corrección necesaria.
Este procedimiento "complejo" precisó de asistencia ventricular de corta duración para soportar la función del corazón y de los pulmones en los días posteriores. Fue entonces, cuando el equipo médico observó que el niño presentaba buenas condiciones, que se planteó esta reparación definitiva.
