El 23 % de las personas en riesgo de pobreza en España tiene trabajo

El 23 por ciento de los cerca de 13 millones de personas que se encuentran en España en riesgo de pobreza o exclusión social tiene trabajo pero sus condiciones laborales les impide salir de esa situación, según un informe elaborado por la Fundación Tomillo.

El estudio "Quiénes y cómo son las personas en riesgo de pobreza y exclusión social en España" configura un total de seis perfiles diferentes de la población en riesgo de pobreza y exclusión que según la tasa Arope, indicador europeo que mide las condiciones de vida de la población, asciende al 27,3 por ciento.

El primero de los perfiles, el de las personas trabajadoras, supone el 23 por ciento del total de los ciudadanos que vive en riesgo de pobreza, de los que una cuarta parte sufre pobreza extrema, es decir, que, según la Fundación Tomillo, su salario no supera los 200 euros al mes.

Son personas, indica el informe, cuyas condiciones laborales (bajos salarios, temporalidad y precariedad) les impiden salir de la situación de pobreza y exclusión social.

El segundo de los perfiles, aquel que aglutina a las personas desempleadas, es el más numeroso, ya que supone el 26 por ciento, y todas ellas viven por debajo del umbral de la pobreza.

Muchos de estos hogares, apunta el informe, son familias monoparentales con hijos.

En cuanto al perfil de las personas jóvenes, son el 12 por ciento de la población Arope y casi un tercio de ellos se encuentra en paro a pesar de que tiene un nivel educativo superior a la media española.

Las personas jubiladas o dedicadas a las labores del hogar son otro de los perfiles destacados en el estudio y ocupan el 15 por ciento de los ciudadanos en riesgo de pobreza o exclusión social.

Está compuesto por personas en situación inactiva (el 75 por ciento) bien por jubilación o por dedicarse al cuidado de familiares.

El 16 por ciento de los 13 millones de personas en riesgo de pobreza o exclusión reside en hogares afectados "por la baja intensidad en el empleo" y tiene elevada formación, ya que el 23 por ciento cuenta con estudios superiores.

Otro de los perfiles es el de las personas que sufren privación material severa, el 8 por ciento, y se caracteriza por no poder afrontar gastos imprevistos, ni mantener su vivienda a una temperatura adecuada, y acumulan retrasos en el pago de la hipoteca o el alquiler.

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